Francisco, el reformador
- fabroparatijoven
- Sep 19, 2021
- 5 min read
Para un joven pos moderno, la palabra reforma puede que no le diga nada, a lo mucho revolución, revolucionario. El actual joven ecuatoriano dudo que haya visto una revolución real que implique un cambio de cultura, de estilo de vida. Muchos de los que se dicen revolucionarios son copia fiel de las antiguos líderes de la llamada partidocracia, que bajo otros nombres sigue gobernando. Conozco personalmente al presidente Correa y a él sí le creo sus intenciones y sus deseos de que una revolución ciudadana provoque un cambio de paradigma en la administración y en la obra pública. Sus burócratas, lo han hecho quedar mal. No conocemos un reformador en nuestra actual cultura. Federación Deportiva Provincial Estudiantil Del Guayas. Campeonato Intercolegial de Fútbol Mini Serie B.
Por lo anteriormente dicho urge, no dejar pasar unas palabras de un experto en la vida del actual PAPA FRANCISCO, el historiador y periodista británico Austen Ivereigh, quien escribió un libro sobre el actual Papa y lo subtítulo EL GRAN REFORMADOR. La intención del autor es clara. Al año de ejercer su pontificado ya implantó un estilo de gobernar la Iglesia distinto, formó un grupo interdisciplinario de cardenales para estudiar los grandes retos y reformas, usa un lenguaje entendible para la gente en especial para los jóvenes, “hagan bulla”, “hagan lío, no se queden contemplando la vida, juégate por algo”. El Papa Francisco actúa de una manera que transparenta sus intenciones, que provocan, “la alegría del Evangelio”, que verdaderamente hacen pensar que estamos en un cambio importante de la Iglesia que como comunidad creyente tiene sentido si sabe contagiar a otros de su esperanzas, de su propuesta, queremos volver a Jesús y hacerlo centro de nuestras vidas, ya que hemos cargado de tantas imágenes falsas, de tanta carga pesada en leyes y requisitos para vivir el cristianismo, que hoy no dudamos en decir que estamos en crisis. Algo hay que hacer y eso es lo que está haciendo Francisco.
Es claro, nos decía Austen, que FRANCISCO no es reformador al estilo de Lutero, aquel monje que quiso cambiar la Iglesia en el siglo XVI y por ello se abrió y formó el luteranismo, cuna de muchas iglesias protestantes que ven y viven el cristianismo desde una óptica distinta que les permita sentir a Dios en sus vidas y llegar a él. Tampoco es un reformador al estilo de un Che Guevara, que para hacer realidad su sano deseo de un mundo de iguales y libres, tuvo que llegar a las armas y surgió el movimiento guerrillero de Latinoamérica. Las reformas de Francisco se acercan a lo del evangelio, a la metanoia, al cambio de mentalidad, al giro que una persona tiene que hacer para caminar en la verdad y en la justicia, es lo que el documento de APARECIDA, en el cual Francisco trabajó como Obispo responsable de su redacción llama CONVERSIÓN PASTORAL.
¿Cuál es el punto de partida de las reformas de Francisco? Su experiencia de Dios y en lenguaje ignaciano, su experiencia de la Alegría de Cristo resucitado que se experimenta en la cuarta semana de los ejercicios espirituales. Esto está reflejado en sus tres grandes documentos pontificales, la exhortación apostólica, LA ALEGRÍA DEL EVANGELIO, la encíclica LAUDATO SI, alabado sea el Señor, solo alaba el que experimenta la alegría de vivir y por ello hay que cuidar el mundo, el hábitat humano y no solo las plantas y los animales y en el documento LA ALEGRÍA DEL AMOR, que llama a vivir la fe en familia reconociendo la realidad actual y ver esa realidad con ojos de misericordia, al estilo de Jesús, que no vino a condenar a nadie, ni siquiera a la mujer adúltera, sino que la invitó a vivir en paz y no pecar más.
¿Qué criterios estructuran las reformas de Francisco? Aquí el papa Pastor, como le dicen con mala intención algunos expertos de la religión, para criticar sus propuestas de falta de teología y de caer en un pragmatismo humano. Nada más lejos de lo real, el experto británico Austen nos dice que justamente FRANCISCO está bien fundamentado teológicamente y que sigue a dos grandes teólogos franceses, el dominico Yves Congar, y el jesuita Henry De Lubac.
Congar, a quien sigue Francisco en un libro escrito en los años cincuenta, LA VERDADERA Y FALSA REFORMA, pone tres criterios para una auténtica reforma en la Iglesia, estos son. Toda reforma COMIENZA EN LA PERIFERIA, en los movimientos marginales y Francisco viene del fin del mundo y de la vivencia de la religiosidad popular latinoamericana reflexionada en la teología de la liberación. Otro criterio, es que TODA REFORMA SE INSPIRA EN LA TRADICIÓN VIVA DE LA IGLESIA, el lenguaje de Francisco tan cercano e impactante es una reformulación del dogma, pero que se inspira en la esencia del mismo que es la experiencia de Dios revelada en Jesús y reflexionada por la doctrina de la Iglesia y los santos padres.
El último criterio es que TODA REFORMA VERDADERA ES PASTORAL y eso es lo que más nos enseña Francisco tener una actitud pastoral de ponerse en los pies del otro, de entenderlo para saber acompañarlo y proponerles alternativas, la alternativa cristiana. Expresión máxima de la actitud pastoral de Francisco es declarar el año del jubileo como el año de la MISERICORDIA, y misericordia es lo que hay que ofrecer a los presos, a los drogadictos, a las prostitutas, a las familias fracasadas, a los jóvenes desorientados, que es lo que él vivió como párroco y rector del colegio Máximo de San José en Argentina, con los curas Villeros en las villas miserias de Buenos Aires que no le quitó el coraje para enfrentarse a las mafias del narcotráfico ni a los políticos de turno que se corrompían en el poder. Por ello de De Lubac, nos habla que la verdadera reforma debe ser espiritual y para ello debe combatir la mundanidad espiritual que permea la vida de la Iglesia en sus lujos e ideologías.
La gente de pie habla del Papa y eso es algo que debemos reconocer y alabar. No tanto porque haya salido de portada en la revista TIMES de Nueva York, como el hombre del año, sino porque gente sin fe, agnósticos logran captar su mensaje, nos contaba Austen que al coger un taxi en Londres, el taxista le preguntó a qué se dedica y este respondió que escribe libros, como cuáles le vuelve a preguntar el taxista, bueno, uno sobre el actual papa Francisco, ah qué bien le dice el taxista, sabes que yo no soy católico, ni creo en la Iglesia, ni Dios, pero me llama mucho los gestos de este papa, cómo besó a chicos deformes, cómo se acercó en Lapedusa cuando murieron muchos migrantes al cruzar el mar, cómo oró con los presidentes judío y palestino por La Paz. Este Papa marca una diferencia y nos invita a realizar gestos distintos.
PARA PENSAR:
¿ES NECESARIA UNA REFORMA EN LA IGLESIA?
Claro si queremos contagiar la fe, hay que cambiar y saber adaptarse.
¿CÓMO HACER REFORMAS EN LA IGLESIA?
Experimentando la alegría de amor y perdón. Haciendo propuestas desde las periferias, inspiradas en la tradición viva y de profunda práctica pastoral, con misericordia.
¿QUIÉNES SON LOS PRINCIPALES PROTAGONISTAS DEL CAMBIO?
Los jóvenes por su libertad, audacia y sinceridad.
Comments