¿Qué es lo primero que se te viene a la cabeza cuando escuchas la palabra líder?: el salvador de un país, de una religión, el caudillo de un pueblo, el empresario exitoso, el capitán de un equipo de algún deporte masivo, el maestro de un pueblo o el docente. Las respuestas pueden ser múltiples, los nombres muy pocos. Y no me siento mal en decir que muchos pensamos que lo que menos hay, es líderes. El campo de la política es un ejemplo ¿por qué no renuncian los alcaldes, perfectos, asambleístas que no hacen nada, tienen indicio de corrupción, entre otras? Antes, repiten sus candidaturas. Y en alguna ciudad de nuestro país acuden a los políticos antiguos que han tenido algún éxito y, hoy muy mayor de edad, se lanzan a liderar la competencia por su ciudad, ante la falta de líderes.
Muchos detestan esa palabra, por el mal uso o abuso de la misma. Sin embargo, en medio de este caos o ausencia de liderazgo hay grandes oportunidades para resignificar la palabra y ayudar a las nuevas generaciones a ser protagonistas de su historia, no dejar que los manipulen ni los de la izquierda ni los de la derecha y peor los de las grandes componendas del centro que se marean de un lado al otro de la cuerda, buscando su beneficio.
Lo primero que debemos usar es la imaginación creadora para llegar a la conciencia real de lo que somos cada uno, de lo que es nuestro pueblo para desarrollar sus cualidades. En educación, más que nunca, se requiere de líderes, sean docentes que deben conducir, acompañar o testimoniar la verdad, la bondad y la belleza ante sus alumnos de 25, 30, 40 o más grupos. O un directivo que debe animar toda una comunidad diferenciada y compleja de miembros: padres de familia, niños y jóvenes, docentes, personal administrativo y de servicio. El docente es el que forma los líderes de las distintas profesiones. Las películas de Cantinflas, son un ejemplo claro de liderazgo sin grandes teorías o fórmulas complicadas. Hay que tenerlas presente cuando se quiere visualizar lo que es un líder en educación o sociedad.
Lo segundo a tener en cuenta para reconstruir el significado es deconstruir lo caduco, lo aparente, lo que no es, para desarrollar lo que es. ¿Qué se te viene primero para entender la palabra líder?: ¿motivador, visionario, emprendedor, guía?. Desde lo positivo que descubres como primera acepción puedes ir reconstruyendo un significado. Todas las grandes palabras que usamos para expresar las cosas más importantes de la vida tienen la necesidad de pasar por el crisol del tiempo, por el peligro del abuso y desuso cuando no de su malformación o por la necesaria actualización de sus significados. No nos dejemos aplastar por la negatividad de la historia, la transmutación de los valores. Las grandes respuestas a los grandes problemas solo saldrán de nuestra interioridad y responsabilidad por escuchar la realidad y empatizar con las grandes causas. No nos dejemos robar nuestros sueños y capacidad de volar y mirar lejos.
Lo tercero que nos puede ayudar es una mirada profunda a nuestra interioridad. Reconocer cuáles son las cualidades que en este siglo XXI, en esta sociedad del conocimiento, de la imagen y cibernética se requieren para liderar los cambios y recrear nuestra cultura que rescata lo mejor de nuestra historia y renace a los nuevos desafíos de la cultura y sociedad. Siguiendo a mi amigo y maestro el PHD, Antonio Pérez Esclarín en su trabajo: “Necesidad de un genuino liderazgo educativo” (2022, inédito) compara el exitoso gestor, teniendo al empresario como paradigma según la sociedad capitalista moderna; con el auténtico líder que necesita nuestra sociedad en las dimensiones políticas, sociales, educacionales y sobre todo religiosas, nos especifican las características de ese líder que al final sería una mezcla de gestor, pastor, emprendedor y sobre todo compañero de camino que hoy necesitamos. Por lo tanto, apostar por un estilo de “liderazgo” será apostar por cuatro patrones diferentes:
- Ser líderes visionarios: tener la vista en el horizonte, saber hacia dónde navegamos si queremos que todos remen en equipo hacia un mismo fin.
- Priorizar lo importante: el líder centrado en las ideas y en las personas, si quiere tener tiempo para las ideas y las personas y para aquello que considere importante, debe soltar lastre de lo urgente.
- Recibir formación en las competencias del liderazgo: competencias cognitivas, intrapersonales e interpersonales.
- Apostar por la innovación: si queremos ser una organización innovadora que ofrezca lo que se necesita hoy y no que repita las soluciones del pasado.
Dicho de una forma más clara y precisa, los gerentes son racionales y fríos, persistentes y analíticos. Los líderes son visionarios y apasionados, innovadores y emotivos; el liderazgo es cuestión de compromiso, de contagio, de corazón, de pasión.
Los gerentes administran y controlan, procuran la obediencia y la sumisión, le tienen miedo a la innovación y el cambio, son inflexibles y estructurados, plantean con detalle los pasos a seguir y controlan el seguimimiento. Los líderes innovan, crean y recrean y promueven la iniciativa y la creatividad, son muy flexibles e imaginativos, corrigen pero comprenden y desarrollan una visión de futuro.
Los gerentes se centran en los sistemas, les encantan los formatos, las tablas excell, los indicadores. Los líderes se centran en las personas, promueven la libertad, la creatividad y el compromiso, aborrecen la burocracia, los encasillamientos, saben bien que el énfasis en indicadores termina ocultando la realidad que pretenden indicar.
Los líderes inspiran confianza y arrastran, promueven la creatividad y el salirse de lo establecido, son osados, confían, delegan, generan autonomía.
Por:
P. Fabricio Alaña E. S.J
PARA SEGUIR PENSANDO
¿QUÉ ES UN LÍDER?
El que anima y acompaña un cambio.
¿QUÉ CAMBIO SE DEBE LIDERAR?
Innovar-recrear lo humano y social.
¿CÓMO LIDERAR HOY?
No perder el horizonte, priorizar lo importante, formarse continuamente e innovar.
Excelente artículo.