Las personas tenemos preguntas que llamamos esenciales, son las que fundamentan nuestro caminar, las que nos invitan a soñar, a crecer, a dar lo mejor. La esencia no se la capta de la noche a la mañana ni por la razón. La esencia de lo humano es dinámica, fluye, si la atrapas la cosificas, se vuelve ideología, frase bonita que no produce nada, sirve para museo y no para la lucha diaria, para el caminar constante. Por eso las preguntas esenciales de la vida son preguntas fuentes, no tienen una respuesta inmediata, dimanan actitudes, dan pistas para crear otras preguntas, para pensar, reflexionar en lo que vale la pena, para dar sentido a la vida, para seguir buscando.
Al finalizar un año, a todos nos vienen deseos y emociones, pensamientos y anhelos. Hacemos balances y proyectos, para enfrentarnos al futuro incluso hacemos promesas, que se repiten cada año. Sin embargo, en todo ello será que nos estamos preguntando ¿qué es lo más importante en nuestras vidas? ¿Personas o cosas? Si elegimos responder a las personas estamos ¿seguros? ¿cómo lo demostramos? entonces vale la pena preguntarse qué haremos realmente este fin de año para pensar en lo más valioso de la vida y enfrentar el mañana con una actitud positiva, sin miedo y con los pasos necesarios que muestren nuestros valores verdaderos ante esas personas que amamos.
Quiero compartirles el estudio de una Universidad de Madrid realizado el pasado mes de noviembre donde entrevistaron a un grupo de 27 jóvenes, de la nueva generación de los ‘‘millennials’’ Los jóvenes del nuevo milenio nacidos entre 1981 y 1995. Podemos resaltar que sus emociones y actitudes sinceras priman en sus respuestas. Este grupo de jóvenes hacen parte de lo que se ha llamado ‘‘La era tecnológica’’ que marca claramente muchas de sus actitudes en su forma de pensar (multitasking, multiscreem), era en la que quizá muchos de nosotros no nacimos y nos ha tocado irnos adaptando. Este estudio nos ayudará a pensar en lo que haríamos en los momentos decisivos de la vida o ver en realidad lo que hoy estamos viviendo y ponderarlo.
Para llevar a cabo este estudio se desarrollaron cuatro preguntas que se hicieron a los jóvenes:
¿QUIÉNES SON LAS PERSONAS MÁS IMPORTANTES DE TU VIDA? La respuesta de la mayoría fue mi madre, mi abuela o mi tía, muy poco el padre, alguno su hermano, y una su novio, otra su amiga.
¿QUÉ LES VAS A REGALAR EN ESTA NAVIDAD? La mayoría respondió con objetos de la nanotecnología sobretodo iphone, ipad, videojuegos, uno un libro, un bastón.
SI TE GANAS LA LOTERÍA ¿QUÉ REGALARÍAS? La respuesta ahora cambia a macro objetos, una gran casa, una furgoneta, un viaje a Egipto, un buen caballo, le pagaría sus deudas.
¿Y SI FUERA LA ÚLTIMA NAVIDAD? Aquí no hay respuestas el silencio, el llanto, el espanto se hizo presente en la mayoría de los chicos. Uno abrió los labios y dijo les daría más tiempo, pasaría más tiempo con ellos. Intentaría reunir a la familia entera, jugaría y pasearía más.
¿Te has hecho esas preguntas? ¿Dónde ponemos el corazón? en lo que la tendencia o el mercado nos dice que debemos ponerlo, o nos damos el espacio para escucharlo. Si lo escucháramos, estoy seguro que no lo pondríamos en las cosas, en lo superfluo en lo provisional, sino en las personas en comprometernos con ellas, con nosotros mismos en ser felices de espíritu. No viviríamos como borregos, como aparatos mecánicos todos hacia delante, sin detenernos, sin mirar hacia los lados, sin disfrutar los momentos de la vida que los encontramos en las pequeñas cosas, en disfrutar de la naturaleza, en disfrutar de un café, en ayudar; sin pensar que la vida misma en algún momento nos va a decir hasta aquí llegaste, o hasta aquí llegó esa persona que amas. Tenemos erróneamente en la cabeza que las personas van a estar allí siempre, esperándonos y entonces a lo mejor no decimos un te quiero porque lo damos por hecho por supuesto, pero la otra persona no lo sabe, no lo siente así. Sería bueno no llegar a estos límites para darnos cuenta de las cosas esenciales de la vida.
Navidad con el nacimiento del Niño Jesús nos debe significar una nueva oportunidad de nacer, bajo este contexto les extiendo mi invitación para que antes de terminar este año 2016 nos demos un espacio de reflexión sobre nuestras vidas, las personas que hacen de ella lo valioso lo importante y nos tracemos compromisos más allá de los proyectos de estudio de profesión, escuchando nuestro corazón compartiendo tiempo de encuentros de risas.
El Papa Francisco dejo un gran mensaje a los jóvenes en memoria de San Juan Bosco.
“Queridos jóvenes, ‘‘en la cultura de lo provisional, de lo relativo, muchos predican que lo importante es disfrutar el momento, que no vale la pena comprometerse para toda la vida, hacer opciones definitivas, para siempre, porque no se sabe lo que pasará mañana. Yo, en cambio, les pido que sean revolucionarios, les pido que vayan contracorriente; sí, en esto les pido que se rebelen contra esta cultura de lo provisional’ (…). Yo tengo confianza en ustedes, jóvenes, y pido por ustedes. Atrévanse a ‘ir contracorriente’. Y atrévanse también a ser felices”,
FELIZ Y PRÓSPERO 2017
¿POR QUÉ SON NECESARIAS LAS PREGUNTAS ESENCIALES?
Para encontrar el sentido a la vida
¿QUIÉNES SON LAS PERSONAS MÁS IMPORTANTES DE TU VIDA?
¿QUÉ HARIAS SI ESTE SERÍA SUS ÚLTIMOS DÍAS?