¿Puede una madre que recién da a luz olvidarse de su hijo? La frase es dura, está en la Biblia (Isaías 49:15). Nuestra realidad habla no solo que puede olvidarse, sino que hasta lo puede vender ¡Increíble! Pero cierto. Las causas solo las tiene la conciencia de cada persona, necesidad, soledad profunda, miedo al futuro, estupidez, enfermedad mental. Sigamos profundizando.
‘Si ustedes que son malos saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre del Cielo no te dará su Espíritu Santo’’(Lucas 11:13).
¿El ser humano es malo? De todo hemos visto, sabemos que hay personas buenas, pero ¿por qué tanta maldad y estupidez que vemos a diario? sea en lo pequeño como en lo grande, desde las mentiras hasta los fraudes, desde el robo barato hasta el descarado de las grandes instituciones, desde el beso tierno hasta el traicionero, (el de Judas no es el primer caso)
Se experimenta infidelidades no como traición o debilidad sino ya como modo de ser, de vida, ya que es imposible ser fiel, ser justo. Verdaderamente Dios, nuestro Padre y Creador nos conoce. ¿Cómo vivimos nuestra fe? ¿Sólo desde la materialidad de nuestras reflexiones y acciones? ¿no hay nada más de lo que se ve? O ¿habrá alguna oportunidad de sentir y gustar otro modo de ser, de vivir? ¿Dios nos hizo malos? ¿Puede un Creador lleno de amor y bondad, ciencia y poder hacer cosas o seres malos? ¿Cómo salir de esta paradoja?
Lo cierto es que de las paradojas no se sale, se las vive. Lo importante es la actitud y la vigilancia. Debemos convivir con el trigo y la cizaña, si cortas la cizaña puedes matar el trigo (Mt 13:29). ¿Cómo vivir la ambivalencia de la vida? ¿Cómo no sentirme solo en este mundo? Al final será mi decisión personal la que me hará grande o pequeño, trascendente o inmanente, volar como un águila con dignidad y bien alto o arrastrarme como una serpiente bien bajo y a oscuras.
El misterio de la vida, para los que tenemos FE, solo lo podemos visualizar, a lo lejos, sea poquito, pasito a pasito desde el misterio de Cristo Jesús. Su hacerse nada, su hacerse hombre en la Encarnación solo tiene sentido cuando nos da todo en su Pasión. Su despojo nos enriquece. Y esto garantiza que su mensaje, que sus acciones en su vida histórica fueran auténticas, el ABBA, Papito Dios (Mc 14:36), ‘‘nunca me deja solo, porque yo siempre hago lo que le agrada’’ (Juan 8: 30). En la Cruz de Cristo que hacemos memoria piadosa cada Semana Santa, se juega la credibilidad del sentido de nuestra vida, la eficacia del amor de Dios, su fidelidad hasta el fin.
En la Cruz veo que Dios abandonó a su hijo o Percibo que Dios ‘‘parece esconderse’’ y está impotente no porque le falta poder sino porque le sobra amor, como una madre al pie de la cama de su hijo o hija que sufre una enfermedad terminal, no puede hacer nada pero allí está. La Esperanza que se volverán a ver, el sentido de un amor verdadero que no puede desaparecer se manifiesta en el acompañar al que sufre, en el saber estar a su lado. Esas lágrimas no solo son de pena sino de esperanza. La realidad es dura, pero el amor la transforma.
Me duele constatar la soledad de muchos jóvenes. Es atroz, llegan hasta el suicidio. Papá, mamá, amigos, educadores no suelen darse cuenta y cuando se dan no pueden hacer nada o es tarde. La vida es un misterio, no es un enigma, tiene salida. Un padre o una madre pueden abandonar a su hijo o hija. Un Dios que crea por amor jamás, su libertad es incondicional y eso le lleva a respetar la creación y la realidad finita, que solo el amor infinito que se manifiesta en la Resurrección despertarán otro modo de estar y amar en el mundo.
Esto es lo que nos recuerda la Semana Santa, pero hago un llamado a padres, educadores y sociedad en general a saber acompañar a los jóvenes y ayudarles a encontrar el sentido de la vida. ‘‘Tu eres muy valioso a mis ojos y yo te quiero y te aprecio’’ ¿Puede un Dios que dice estas frases fallarle a su hijo en la Cruz? Es el Misterio del Abandono, allí está a su lado. La Fe es una fuerza vital, no es ciega, es realista, invita a luchar y combatir el mal, cueste lo que cueste, no estamos solos. Caminamos en esperanza, no se ve, pero sentimos la fuerza que nos hace caminar a pesar del cansancio. La vida tiene sentido. Esto es celebrar la Semana Santa.
Fabro, SJ
PARA PENSAR
¿QUÉ REALIDADES NOS DENIGRAN COMO HUMANOS?
La desesperación y la falta de visión lleva a las crueldades más atroces
¿CÓMO ACOMPAÑAMOS A LOS JOVENES A ENCONTRAR SENTIDO A LA VIDA?
Es la tarea de un buen padre, madre, educador, simplemente sabiendo estar.
¿EN LA SEMANA SANTA QUÉ ES LO CENTRAL?
El Sentir que Dios no nos abandona y la esperanza surge en medio de la muerte.