Cuando la comunidad de fe transmite el mensaje de Jesús a las nuevas generaciones lo hace desde la vivencia y convicción que produce creer en él:
“Hay más alegría en dar en que en recibir” (Hechos 20:35).
Es el recuerdo de Pablo sobre Jesús, y es su recomendación a los líderes responsables de la comunidad de fe, promover la alegría desde la entrega en el día a día en todo lo que se hace para no olvidar el sentido de nuestro trabajo y de los pobres a quienes debemos tener siempre presente en todo lo que hacemos.
La Unidad Educativa Particular Javier acaba de celebrar el DIA DE LA FAMILIA JAVERIANA, como cualquier colegio intenta integrar a los padres y madres de familia en todo lo que hacen para educar a los hijos y transmitir los valores, las convicciones que harán de nuestros chicos seres auténticos, integrales y que sepan encontrar el sentido de lo que hacen, del para qué de sus estudios. Y esto solo lo verán en la unidad de sus padres y familia, en el verlos a lado de ellos cuando juegan, cuando compiten, cuando se equivocan, como cuando aciertan.
¡Qué hermoso es ver a padres e hijos viviendo un proyecto común!
El ser familia es posible sabiendo que la esencia de la familia es fortalecer la persona, para que descubra su proyecto de vida y este solo se hará tejiendo redes, construyendo alianzas y qué mejor que hacerlo con otros en el baile, en el juego, en la comida, en los desfiles, en todo aquello que rompe la rutina y arma nuevos escenarios de desarrollo de la persona y sus cualidades.
El día de la familia javeriana, el día de integración de la comunidad educativa no es solo para divertirse. Es una fiesta solidaria. Gran parte de lo que se hizo sirve para ayudar a nuestros hermanos que sufren, aquellos que cuando le damos nuestro tiempo, nuestro corazón y no una simple limosna nos regalan una sonrisa que llena nuestra alma de satisfacción, de esperanza, de reconocimiento que todos tenemos derecho a ser felices y para eso luchamos para que se tengan las necesidades básicas cubiertas, es parte importante del saber para qué se estudia, para qué se realiza una actividad.
Todos gozamos en la fiesta del día de la familia. Todos nos sentimos orgullosos que se cumplieron metas y objetivos que se plantearon que superaron indicadores de años anteriores. Pero la alegría del deber cumplido no está en los indicadores necesarios, por supuesto, pero no esenciales de las miles de personas que estuvieron, de la gran cantidad de premios que se entregaron, de todo lo recaudado. La auténtica alegría está en ver esos rostros de alegría en medio del cansancio, en la sonrisa y abrazo solidario al final de la jornada entre todos los que trabajaron por el curso, por el colegio, en el ver bailar y sonreír a padres con hijos, a chicos entre ellos, que se puede vivir una fiesta muy profunda y satisfactoria sin tragos, sin cigarrillos, sino con alegría y al aire libre en donde todos veamos y admiremos las cualidades de grandes y chicos y podamos cantar,
“Qué hermoso es ver a los hermanos juntos”.
Cuando un padre o madre le da todo su tiempo a su hijo o hija, comparte con ellos el todo y la parte de sus actividades diarias, y no se dedica meramente a pagar pensiones sino, a caminar con él en todo lo que lo hace crecer y encontrar sentido y alegría a la vida, esos padres, esos educadores son líderes responsables que con su entrega viven lo del “hay más alegría en dar que en recibir”. Eso es lo que queremos de las familias, de los chicos, que sean felices que encuentren sentido a la vida y que sepan que cuentan con nosotros los adultos educadores y padres para compartir sus alegrías y verlos felices.
Por
Fabro, SJ
Reflexionemos:
¿A qué se refiere la frase, Hay más alegría en dar que en recibir?
Una entre muchas respuestas, es encontrar el sentido de la vida en el servicio.
¿Cómo vivir la alegría verdadera?
Compartiendo todos los momentos importantes como familia
¿Cómo vivir una fiesta?
Con alegría, compartiendo lo que somos y entre todos.