¿Por qué Innovar? Es una simple pregunta que surge ante la serie de crisis que vivimos y que le echamos la culpa siempre al otro, a lo diferente: crisis de valores, crisis de familia, crisis del sujeto (hombre), crisis de sentidos, crisis de Iglesia y religión, crisis económicas, crisis juveniles e infantiles, entre tantas otras que podemos poner. En el fondo hay una sola crisis, crisis del sistema y del modelo de sociedad y ser humano que soñamos.
Por ello, INNOVAR no es meramente cambiar, renovar, adaptar. ES LA DISRUPCIÓN, el aparecer de algo abrupto y novedoso que antes no era y hoy lo es. Una interrupción brusca de lo que veníamos haciendo, de la forma que veníamos haciendo y del fondo que no hemos llenado ni saciado. Por eso, Innovar es buscar la plenitud, no es una mera sobrevivencia, ni nueva forma de hacer las cosas, es parar y buscar otras alternativas que antes no era y que hoy, y ese es el problema no sabemos que es, pero que aspiramos. Para dar modo y orden a ese caos o desorden que hoy vivimos estudiamos, profundizamos en los por qué, pero no solo en ello, es necesario, hoy más que nunca, soñar, despertar esas neuronas perezosas que están dormidas y hacerles ver otra salida a lo que se venía haciendo. Encontrar un qué. Qué es lo que quiero en mi vida, qué escuela deseo, qué sociedad anhelo, para eso debo despertar, imaginar esa otra escuela, sociedad y persona.
Las tecnologías son el mejor ejemplo de lo que es innovación, y todos nos fascinamos ante ellas, pero el problema es que nos dominan en vez de nosotros dominarlas, el mal uso del celular, de las web; está provocando estrés, perversión y muerte. ¿Cómo encontrar el sentido? cuando se tiene miedo ante la innovación, “más vale malo conocido que bueno por conocer”, dice el dicho y preferimos vivir en la mediocridad que en la búsqueda de la plenitud…
Joven, tú que manejas con facilidad las tecnologías, potencia eso, tú manéjalas no dejes que ellas te manejen. ¿Cómo? Esa es la cuestión. En innovación quien no encuentra el qué, no encontrará el cómo.
¿Qué queremos ser?
¿Qué deseo ser?
Estas sencillas preguntas solo se las contesta en el silencio interior, date un espacio, escríbelo, haz un diario, ponlo en un blog si deseas compartirlo. Eso te ayudará a confrontarlo y buscar un diálogo que ilumine tus buenos deseos o los elimine y los haga más reales, más auténtico.
Esa dialéctica entre silencio y diálogo solo se sintetiza con la confianza, confía que tú puedes alcanzar tus sueños, y dialoga con aquellos que te pueden ayudar. No hay más salida por el momento, una vez clarificado el objetivo, el ponerse a caminar para conseguirlo y el evaluar constantemente lo hecho te ayudará a vivir en plenitud, salir de la mediocridad y de la repetición de respuestas que hoy no tienen sentido, pues se busca algo totalmente nuevo, algo así como pensar en la solución de la terrible contaminación ambiental que está viviendo nuestro mundo, por ejemplo pasar de los autos de gasolina, diesel a autos totalmente ecológicos, accesibles a todos. Algunas respuestas ya se están dando analízalas y da sentido a tu vida, vive en plenitud y busca lo mejor de ti para ti, los tuyos.
Por
Fabro, SJ
Reflexionemos:
¿Por qué tenemos miedo a la innovación?
Puede ser porque nos cuesta dejar lo ya alcanzado, nos apegamos a las cosas.
¿Por qué tenemos que innovar?
Porque las crisis de hoy ya no se pueden tolerar
¿Qué entendemos por Innovación?
Buscar la plenitud.