El mes de mayo los católicos lo tenemos dedicado a la Virgen María, lo llamamos mes de María. Una sana tradición para concretar una espiritualidad que no es de solo rezos, cantos o peregrinaciones; sino de asimilar sus enseñanzas y seguir sus ideales de mujer, madre, amiga, esposa, misionera. Genial. Ojalá lo entendamos así y no nos quedemos en la superficialidad o en la mera creencia o necesidad.
Hablar de María es hablar de la MUJER y sus múltiples facetas y características. La sociedad civil tiene separado los festejos de alguien que une, aglutina, cobija y forma en la diversidad de sus miembros, en la conformación de una sola célula, LA FAMILIA. No existe un festejo para el día de la familia en la sociedad civil con el realce que se merece, dejarían de promocionar y vender sus accesorios, sus marcas, las superficialidades o comodidades de la vida moderna, por eso desde el punto de vista comercial se festeja el padre, la madre, la mujer, el niño, por separado.
La mujer ante todo es símbolo de unión, esa es su cualidad primordial, que la hace grande, que la hace memorable, que la hace bella, que la hace eterna. Su encanto es atraer a los demás con su simple caminar, sonrisa, mirada. Mucho más cuando emprende proyectos, entabla relaciones personales, laborales, su creatividad y dinamismo brilla por doquier. No hagamos el juego a la sociedad de consumo y valoremos a la MUJER POR LO QUE ES, no por lo que tiene o quieren otros.
Es triste ver cuando usan el cuerpo y la belleza de una mujer para promocionar el mercado, para generar ventas y ganancias de los que ostentan el poder. La manipulación mediática no ayuda a pensar qué queremos valorar en la mujer que en su momento será esposa, madre, pero quien siempre será compañera, consejera, la sabia gerente del hogar y de una sociedad en donde los puestos claves de formación humana, de servicio lo tienen más mujeres que hombres, como en la educación, la salud, entre otros.
Dedicar un mes a María y que coincide con el festejo de las Madres de la sociedad civil es buscar puentes entre lo sagrado y lo profano para darnos cuenta que la Creación de Dios es UNA sola y que la misión de Jesús es una sola: DAR VIDA Y VIDA EN ABUNDANCIA (Jn 10:10). Lo que nos hace caer en la cuenta que nuestra HISTORIA es una sola que la construimos entre todos, que la REALIDAD ES UNA aunque diferenciada, procesual, muchas veces duélica; es decir, la misma realidad presenta dos caras, pero ante es todo dialógica, se construye en el diálogo. Y si algo provoca el género femenino es la necesidad de entablar relaciones por el diálogo, lo que generará confianza, lo que puede construir amistad, amor, esperanza.
¿Cuál será el rol de la mujer en la sociedad moderna? Los párrafos anteriores me dan algunas pautas, la respuesta verdadera la encontraré en la concreción de mis intenciones, en los pequeños detalles que reflejan la historia que las relaciones sinceras deseen escribir y contar. Por eso, al hablar de la MUJER como de la MADRE, de María Virgen, como de una CAMPESINA solo se puede anhelar un amor puro producto de una relación sincera y de un compañerismo auténtico. Solo se puede amar, como dice el poeta:
Amar, amar, amar, amar siempre, con todo el ser y con la tierra y con el cielo, con lo claro del sol y lo oscuro del lodo: Amar por toda ciencia y amar por todo anhelo. Y cuando la montaña de la vida nos sea dura y larga y alta y llena de abismos, amar la inmensidad que es de amor encendida y arder en la fusión de nuestros pechos mismos. (Rubén Darío)
Por:
Fabro, S.J.
PARA REFLEXIONAR
¿POR QUÉ EL MERCADO DIVIDE LOS FESTEJOS DE LA MUJER?
Para promocionar sus productos, las ventas.
¿CÓMO LOS CATÓLICOS PUEDEN REALIZAR PROPUESTAS DE VALOR?
Creando puentes desde convicciones reales.
¿QUIÉN ES MARÍA PARA TODOS?
Lo primero la Mujer, luego Madre, después esposa, trabajadora, consejera.