El arte de ser papá o mamá no recibe ningún mérito académico, ya que ningún centro educativo los prepara para tal función. Ser padre o ser madre, ser pareja es una opción de vida, un deseo de ser con otro y por eso eres capaz de generar dinámicas de vida, por ello vienen los hijos. No por culpa de la cigüeña o de la causalidad, sino del encuentro, del deseo y de lo que anhelas construir con tu pareja.
¿De dónde, entonces, viene el cansancio de ser padres?
¿Por qué hay ciertas parejas que se olvidan de sus primeros sueños, años y anhelos?
¿Por qué hay padres “salvajes”? (por decirlo de una forma coloquial y sabiendo que son pocos, pero los hay).
¿Por qué hay hijos que no encuentran razones para vivir, para fomentar esa alegría de contarles las cosas a sus padres?
¿Por qué hay hijos des-graciados?
No es fácil educar hoy, no es fácil darle una buena educación a un hijo, sacrificar tanto esfuerzo y ver cómo esos niños se destruyen y no corresponden a lo que los padres quieren. Tienen derecho en gritar: ¡hijos ya basta! Pero ¿será que los padres se han puesto en los zapatos de los chicos cuando llegan a conductas que no les agradan? Y han analizado los por qué. cuando los chicos en el colegio tienen un excelente comportamiento y son líderes en los grupos, en el apostolado social, por qué no los ven así en casa, dónde está el problema ¿la casa o el chico?
Hoy en día la brecha generacional es más grande y hace difícil entender la lógica de los chicos. Esto trae problemas muy serios a los papás. Por esto el diálogo con los directivos, psicólogos, pastoralistas, aquellos que se encargan de la formación integral del centro educativo debe ser más fluido.
¿Cuántas veces van al colegio, queridos papás, no a pelear notas sino a conversar cómo están los chicos, en especial los adolescentes, los de bachillerato?
¿Por qué te olvidas con facilidad de las veces que ibas cuando estaba en el infantil?
¿Qué es lo que enfría la relación afectiva entre seres que se amaron mucho y deberían quererse más para enfrentar las dificultades de la vida, la elección de carrera, la selección de una amiga como compañera, consejera y quien sabe, como pareja?
¿Por qué dejar que sea en la esquina de la calle donde reciban los consejos de quienes necesitan a su vez, consejos?
No tengo recetas para los problemas de los chicos. Solo he querido hacer unas preguntas que ojalá lleguen a los padres involucrados en formar a sus hijos, tarea que nunca ni se delega ni transfiere, ni se acaba ni se recompensa, en donde quizás la única recompensa sea el amor puro transmitido o el de una conciencia que se unió a un corazón recordando un proyecto que se unió no en la concreción biológica de dos cuerpos sino en la unión afectiva de dos corazones que formaron una sola carne y dieron origen a una vida hoy adolescente, hoy necesitada más que nunca de amor. Padres, no se cansen de amar, no se cansen de formar. Hijos, dense cuenta de la fuente donde encontrarás la energía de la vida, y esta es la memoria y la compañía de una historia de amor que recién comienza a sobresalir sus mejores páginas, no las borres.+
Por
Fabro, S.J.
Reflexionemos:
¿Por qué hay chicos que se sienten frustrados de sus padres?
Por la carga negativa que transmiten a sus hijos.
¿Por qué hay padres que se cansan de amar a sus hijos?
Por la frustración de la vida y no beber de la fuente del amor.