Carlita suele ser muy romántica, soñadora, lee y ve muchas telenovelas de amor, de pasión, entre otras. Julia Lee más libros de ciencia, de filosofía. Las dos están en segundo de bachillerato. Carlita quiere ser abogada y Julia científica, a lo mejor en la biomecánica inventar aparatos tecnológicos para operar mejor, rápido y seguro. Vio en una revista todo lo que se enseña en los institutos y universidades que saben manejar las nuevas tecnologías y enseñan robótica, manejan positivamente la inteligencia artificial. Se pusieron hablar del amor. Ya habrá tiempo para discernir bien qué les mueve a elegir esas carreras no solo el motivo, sino la finalidad ¿qué pretenden con ello?
Y, por más, que aparentemente, son distintas en carácter una más emocional y otra más racional. En cuestiones del amor han sufrido fracasos y han vivido en familia que llaman los sicólogos y sociólogos, disfuncionales. Fracaso en la primera relación, hijos en dicha relación y una mezcla de ambos en la nueva relación donde cada pareja aporta su historia, sus hijos. El problema no es ese, sino que siguen siendo disfuncional porque en la nueva realidad no hay paz, no hay mucha ternura, discuten demasiado, a veces el hombre de la casa se va y regresa después de unos meses. Lo cierto es que ni Carla ni Julia ven el tener una familia estable como un proyecto de vida sostenible, eso no es amor.
Carlita se enamoró de un compañero, pero este no de ella. Lo que es peor entregó lo mejor de su ser, su alma llena de anhelos por sentir el amor, por confiar y pensó si le doy mi virginidad le estoy diciendo que lo amo, valoro mucho. El chico no lo entendió así, solo fue una más de su impulsivo mundo de los instintos, y otra más del número de sus aventuras. Julia se enamoró, pero no llegó en “hacer el amor” con el chico que le gustaba, tampoco veía bien que algunas compañeras y muy católicas el tema del amor, del sexo les eran indiferente. Los jóvenes tienen derecho a equivocarse, a hacer con su cuerpo lo que les da la gana.
Por eso, Carlita le pregunta a Julia, ¿crees de verdad en el amor? ¿hay esperanza de rearmar la vida y amar de nuevo? Julia no sabía qué decir, era muy honesta en sus expresiones y siempre trataba de manejar sus emociones y dirigirlas intelectualmente. Por eso, acudieron donde el Padre Fabro y le hicieron la pregunta de rigor: cuando se deja de amar: ¿es posible tener esperanza, de amar de verdad? Siempre, chicas. El tema está en distinguir qué es el amor, del estar enamorado, cuándo hay que darlo todo sin esperar nada a cambio más que respeto, admiración y valoración como persona. No eres una más, eres especial. El amor no puede acabarse nunca ya que no es un recurso fósil; es una fuente de energía que existe solo cuando fluye, pues si se estanca se pudre.
El Papa Francisco, en su exhortación postsinodal la Alegría del Amor, 2016, invita a saber amar apasionadamente. Es necesario, pues somos emociones, pero es apenas el primer paso. “La madurez llega a una familia cuando la vida emotiva de sus miembros se transforma en una sensibilidad que no domina ni oscurece las grandes opciones y valores, sino que sigue a su libertad, brota de ella, la enriquece, la embellece y la hace más armoniosa para el bien de todos” (146). Hay una parte de ese documento que el Papa Francisco trata de explicar el himno al amor, donde dice el “amor todo lo cree, todo lo espera…” (90/ 1Cor 13:4-7) El Papa traduce por “el amor confía”, “el amor espera”. Y explica que confiar en el amor es ver la luz encendida por Dios, que se esconde detrás de la oscuridad o la brasa que todavía arde debajo de las cenizas…Por ello, el amor confía, deja en libertad, renuncia a controlarlo todo, a dominar. Esa libertad hace posible la apertura al mundo y a nuevas experiencias… Al confiar a pesar de todo, permite que brote la verdadera identidad y hace que se rechace espontáneamente el engaño, la falsedad o la mentira” (114-115) Por ello, la esperanza en el amor, es aprender a confiar en uno mismo capaz de ver a Dios el amor de verdad en medio de la oscuridad/fracaso de mi vida. Puedo levantarme, puedo amar con mayor madurez.
En otro párrafo nos dice el Papa Francisco, entender el amor como esperanza es no desesperar sobre el futuro. Siempre espera que sea posible una maduración, un sorpresivo brote de belleza, que las potencialidades más ocultas de su ser germinen algún día…(116). Esto me parece lo más bello que un Papa que conoce la realidad latinoamericana donde hay amor y desamor, engaño y pasión nos invita a confiar y esperar en el amor. Nuestros fracasos o sinsabores no nos privan del vino alegre de un amor auténtico. Carlita y Julia, siempre se puede esperar amar.
POR:
P. Fabricio Alaña E, SJ
PARA PENSAR:
¿SE PUEDE ACABAR EL AMOR?
Jamás, ya que es una fuente de energía que fluye.
¿POR QUÉ FRACASAMOS EN EL AMOR?
Por pésimas experiencias o por entender muy mal lo que es amar.
¿CUÁNDO ESPERO EN EL AMOR?
Cuando confío y admiro lo mejor de la vida y de los otros, me reconozco.
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