¿DESCANSAR O DESCAN-SER?
- fabroparatijoven
- Jul 21, 2024
- 3 min read

Juan y Carla, llegan de un feriado de fin de semana un poco más largo, de tres días enteros. José, Carlos, Roberta, Andrea, llegan a clases después de las vacaciones del año académico anterior, para ellos fueron de dos meses. Los seis coinciden en lo mismo ¿Cómo te fue? Muy bien, lindo, conocimos muchos lugares, tomamos muchas fotos, visitamos discotecas, conocimos nuevas personas, unos más, otros menos. Y cuando les pregunto ¿CÓMO SE SIENTEN? Todos responden lo mismo, cansados. Necesitamos vacaciones de las vacaciones. La respuesta es cíclica de todos los años.
¿Merecemos descansar? Claro que sí, más si has dado lo mejor de ti en tu año escolar, en tu trabajo, en tu familia. Pero, ¿qué nos pasa? ¿por qué no sabemos descansar? Incluso podemos pensar que hay personas que huyen de las vacaciones, siempre hay algo que hacer, es preferible drogarse en la actividad o el trabajo que dedicar un tiempo a la gratuidad, al verdadero tiempo libre, que es cuando yo se lo dedico a los otros, en especial mis hijos, mi familia, mis amigos, a mí mismo.
¿Qué mismo es descansar? Como dice Enrique Martínez: “Descansar significa ser capaces de soltar todo aquello a lo que nos habíamos aferrado y ejercitarnos en simplemente ser. Por eso me gusta el neologismo que escuché en alguna ocasión y que habla de “descanser”: dejar de hacer para aprender a ser. Y ocurre entonces lo mismo que Juan de la Cruz aplicara al amor: “quien anda en amor ni cansa ni se cansa”. DESCAN – SER al alejarnos de lo que hacemos todos los días, de lo mismo de siempre, del estrés, a veces de ambientes tóxicos, normalmente queremos huir y no regresar, o regresar para no dejarme aplastar. Esta manera de entender el descanso no es buena, no es sana. Se trata de soltar lo que nos ata no para recuperar energía, sino para liberar el ser, lo mejor de nosotros mismos que no lo hemos desarrollado, para encontrarnos con nosotros mismo, para escuchar y cuidar nuestro interior, qué es lo que necesita mi corazón para amar, para desarrollar lo mejor, para ser equilibrado, para ser alegre, para vivir con sentido.
En este contexto, resulta más actual que nunca la invitación de Jesús: “Venid solos a un sitio tranquilo a descansar”. Como lo dice el Evangelio de Marcos 6: 30-34 Y en un contexto de mucha gente que los buscaba a Jesús y sus discípulos y de la intimidad a solas que Jesús quería pasar con sus discípulos después del arduo trabajo de proclamar la palabra de Dios, ayudar a la gente, construir comunidades.
¿A qué mismo invita Jesús a sus discípulos, cuando les dice vengan conmigo a descansar y no como otros maestros que dicen váyanse a descansar? ¿Notamos ya la diferencia? Los papás, mamás modernas, mas si están ajetreados de trabajo, ¿regresan felices a casa? ¿planean vacaciones con sus chicos?
Como dice Pepa Torres: “Frente a un descanso individualista, autorreferencial o consumista, Jesús nos propone un descanso comunitario, como comunitaria es la vida y el compromiso al que nos urge el evangelio. Un tiempo para descansar buscando espacios más gratuitos y contemplativos en el que experimentar que somos mucho más que nuestras tareas, por comprometidas que sean. Un tiempo para el cuidado de la interioridad, para retomar y profundizar motivaciones que dan sentido a nuestra vida, que nos hacen crecer”.
¿Qué es lo que realmente aprendemos de Jesús sus seguidores? En este texto de san Marcos que comentamos llama la atención la capacidad de ver a todos, escuchar a los que puede y de estar entre todos con un sentimiento de compasión, que es preocupación real por el crecimiento del otro, cuando lo contempla desde las entrañas y no con los ojos del turista, ni del sabelotodo, ni del patrono que necesita que sus obreros o empleados descansen, pero para que produzcan más para sus intereses. La compasión de Jesús, nace precisamente de su capacidad de contemplación, de ese cuidado en tensión de su interioridad en medio del ajetreo de la vida y sus quehaceres. Porque la vida cristiana es una tensión permanente, como nos señala el texto, entre el Dios que se nos da y las tareas cotidianas, entre la gente y la intimidad con Él, en la soledad del corazón
¿Qué debemos buscar para descansar el ser? Buscar una “ecología del corazón”, como dice el PAPA FRANCISCO, que es la que sabe integrar el descanso, la contemplación y la compasión. Solo oxigenándonos por dentro, desde la apertura a la gratuidad de Dios y su compasión, podremos abrazar la debilidad humana, empezando por la nuestra y poniéndonos a su servicio.
POR:
P. Fabricio Alaña E, SJ
PARA PENSAR:
¿POR QUÉ NO SABEMOS DESCANSAR?
Porque no sabemos soltar lo que nos ata a lo mismo de siempre.
¿QUÉ ES LO QUE NECESITAMOS?
DESCAN-SER, encontrar y cultivar el ser.
¿CÓMO CUIDAR EL SER?
Desde la ecología del corazón al unir descanso, contemplación y compasión.
Comments