top of page
Writer's picturefabroparatijoven

¿EL FUEGO DEL AMOR O EL AMOR ES FUEGO?


Un día llevé a un grupo de chicos a una universidad jesuita en USA a pasar una experiencia maravillosa, chicos de varios países viviendo dentro de la universidad para aprender inglés o mejorarlo e intercambiar la cultura de dónde vienen. Uno de mis chicos, se enamoró de una argentina, la chica no tanto, pero lo dejó desarrollar. El chico se transformó, le regalaba de todo y la última semana antes de regresar a sus países, pasaba toda la noche cantándole y pidiendo que no regrese. Tocó hacerlo reaccionar a la fuerza y regresarlo a su país. Cuando llegamos quería ir a la Argentina, sus padres no lo financiaron. La chica nunca dio señales. Siguió su vida. Esto solo es descripción, no juicio de nada. Lo cierto es que el fuego del amor transforma, cambia las personas como el fuego al acero, se hace grandes y bellas figuras, cuando se hace con arte. Pero también el fuego destruye como en los incendios. Entonces, ¿el fuego es el mejor símbolo del amor?


Este domingo celebramos PENTECOSTES, LA FIESTA DEL ESPÍRITU: ¿qué es el Espíritu? ¡Huy nos metimos en un lío! Doy sin caer en filosofías o teologías doctrinales mi opinión desde mi experiencia humana. Espíritu es la esencia de lo humano, somos espíritu integrado en nuestra unidad sicosomática. Somos alma, cuerpo y espíritu (soma, sique y neuma). Espíritu es el que anima desde el fondo, todo lo que nos hace volar, soñar hacer realidad nuestros sueños no encerrarnos en la finitud, nos hace salir del ego para formar un nosotros, por eso la gente se casa, ayuda, cuida su ciudad y su mundo.


Religiosamente hablando se nos ha dicho que el Espíritu es la tercera persona de la Santísima Trinidad. Lo cierto es que allí nos metemos en un problema matemático, ¿cómo Tres personas en Una? ¿Uno en tres? ¿el todo en lo múltiple? ¿todos en uno? Lo único que puedo decir para sentir que Dios existe, es que es Espíritu y se comunica conmigo, con todos y cuando nos conectamos formamos “un pueblo que camina por el mundo” y no se deja aplastar por la maldad o la violencia, por eso nos contagia esperanza, cuando reza, peregrina, canta expresa que el bien no desaparece. Es lo que el Papa Francisco llama “el santo pueblo de Dios”, que se expresa en la “espiritualidad popular”. Por lo tanto, el Espíritu es el que mueve al mundo, anima las luchas, fomenta esperanza. Forja la unidad del pueblo cuando tiene identidad y crea un proyecto nación. El núcleo desde donde se organiza un pueblo-nación es su cultura donde se forjan los valores, lo expresan en sus símbolos y estilos de vida.


¿Es el fuego el mejor símbolo para expresar el sentido del Espíritu? Es uno de los mejores símbolos si lo entendemos como luz que ilumina la oscuridad u hoguera donde se siente el cariño del calor del hogar de los seres queridos. Pero no es la única manera de expresar una realidad profunda y tan viva que se manifiesta de muchas maneras. En el relato del Génesis (2:7), cuando Dios sopló sobre el barro que daba la figura al hombre, tuvo vida, ánimo y comunicación cuando aceptó ese soplo de Dios que configura la realidad más bella de la creación: el ser humano. La vulnerabilidad o fragilidad del barro toma fuerza y coraje por el Espíritu en el espíritu humano. Ese mismo Espíritu es el que Jesús Resucitado, mostrando la vulnerabilidad de sus heridas en la cruz, se aparece en medio de la comunidad y sopla sobre sus discípulos el Espíritu creador e innovador que hace superar el miedo, vencer dificultades en medio de la persecución que sentían, salir de sus encierros y gritar Jesús está vivo, la vida tiene sentido, el amor es más fuerte que la muerte (Jn 20: 21-23). Una nueva creación.


La metáfora del viento expresa de otra manera la función del Espíritu, comienza con un soplo, una brisa se transforma en la fuerza que empuja el barco de la vida a la plenitud, que nos mueve al horizonte aún no alcanzado de esa vida plena que no se estanca en la mediocridad o maldad del mundo. Quien ama se deja guiar por el viento del Amor que lo invita a navegar mar adentro para no perder el horizonte de la humanidad verdadera. Hacer humanos plenos con espíritu en el mundo es la función del espíritu. Es toda una evolución de la conciencia hasta ser plenamente humanos.


Querido Joven: ¿qué anima tu vida? ¿el soplo de Dios que te invita a seguir un horizonte de vida plena y en relación? O ¿el viento del ciberespacio que no tiene forma y figura, pero manipula y encanta?


Al viento de su Espíritu que sopla donde quiere, libre y liberador, vencedor de la Ley, del Pecado y de la Muerte. Al viento de su Espíritu que se remansó en el corazón y en el vientre de una aldeana de Nazaret. Al viento de su Espíritu que se apoderó de Jesús para enviarlo a anunciar la Buena Nueva a los pobres y la liberación a los cautivos. Al Viento de su Espíritu que se llevó, en Pentecostés, los prejuicios, los intereses y los miedos de los Apóstoles y abrió de par en par las puertas del cenáculo, para que la comunidad de los seguidores de Jesús fuera siempre abierta al Mundo y libre en su palabra y coherente en su testimonio e invencible en su esperanza. Pedro Casaldaliga. (El Tiempo y la Espera)


POR:

P. Fabricio Alaña E, SJ


ACTIVIDADES:

¿Puedes describir cómo sientes la vida del Espíritu de Dios en tu vida?

Cuando juegas, cuando bailas, cuando estudias, cuando amas. Escribe una frase.

¿Qué metáfora te gusta más para expresar la vida del Espíritu de Dios en ti? ¿Por qué?

Escoge una: viento, fuego, soplo, hoguera, luz.

¿Qué te da más paz? ¿amar o ser amado?

Descubre a Dios en tu vida al responder.

42 views0 comments

Recent Posts

See All

Comments


bottom of page