¿Qué es un Mesías? Para un judío formado en lo mejor de su tradición, de la que viene el cristianismo, es el “Ungido” para salvar a su pueblo ¿De qué? De la opresión de los imperios de turno, en aquel entonces, mensaje del antiguo testamento, como de la humillación por la destrucción de su templo y la vulneración de la Ley, la Torá. ¿Cómo salva ese Mesías? Según una tradición, desde el poder político, económico y militar aplastando y expulsando a sus rivales; es lo que se conoce como Mesías Davídico. Por el Rey David.
¿Hay otra tradición para comprender cómo salva el Mesías, enviado por Dios? Sí, claro la del profeta Isaías (cap 53) la del sirvo humillado, despojado y vulnerado. ¿Eso es posible realmente? Esa es la fe de los cristianos, que no aceptaron los judíos por lógica. Dios es poder, el poder salva, por lo tanto, Dios salva desde el poder. Las premisas y conclusiones son obvias, eso piensa todo el mundo.
¿Qué nos dice la Biblia? “Tus caminos no son nuestros caminos; tus pensamientos no son nuestros pensamientos” (Is 55: 8, y Pablo en Romanos 12: 2 hace práctica la tesis y nos invita a no acomodarnos a este mundo, antes transformarlo y transformarnos) El Mesías auténtico según Isaías 53 nos revela un Dios diferente, que nos dice que lo que salva no es el poder, menos el político, económico o social sino el AMOR que es la mejor manifestación de un poder que busca el bien de todos. Jesús nos revela más que a Dios, a quien nunca lograremos encerrarlos en nuestros conceptos e ideas, al verdadero ser humano que capta la energía amorosa y el verdadero poder divino que manifiesta en la ternura, como un amor concreto y cercano. Ese Mesías sufriente y vulnerable la tradición cristiana lo identifica y reconoce en Jesús de Nazaret, cuyo nacimiento celebramos en Navidad. Y que ahora en adviento, ya en la segunda semana estamos recordando los sueños de Dios al crearnos y al ofrecernos su amor salvador.
¿Qué sueños nos ofrece este segundo domingo de adviento? Muy concreto, En un mundo desgarrado por la guerra, el odio y la violencia, hoy más que nunca es necesario volver el corazón a Dios. Un Dios que a pesar de todo sigue creyendo en el ser humano, aunque nosotros demos continuamente muestras de olvidarnos de Él. “Brotará un renuevo del tronco de Jesé,y de su raíz florecerá un vástago. No juzgará por apariencias ni sentenciará de oídas; juzgará a los pobres con justicia, sentenciará con rectitud a los sencillos de la tierra; pero golpeará al violento con la vara de su boca, y con el soplo de sus labios hará morir al malvado. La justicia será ceñidor de su cintura, y la lealtad, cinturón de sus caderas. Habitará el lobo con el cordero, el leopardo se tumbará con el cabrito, el ternero y el león pacerán juntos: un muchacho será su pastor” (Isaías 11: 1-10).
¿Se puede interpretar el sueño de Isaías como una utopía, algo que no tiene lugar en este mundo? Esa es la versión de los pesimistas y existencialistas, en donde lo único que prima es lo que hay y el poder desde arriba.
Cada Adviento nos ofrece la oportunidad de pensar diferente, a mirar más lejos y profundo eso es conversión, es lo que este domingo Juan Bautista (Mt 3: 1-12) nos invita a reflexionar, cambiar de mentalidad es no ajustarte a la manera como nosotros configuramos la historia y la sociedad. Adviento nos enseña a mirar desde lo profundo, los sueños y esperanzas de nuestro ser, de nuestro pueblo y todos anhelamos justicia, dignidad y paz universal. Hoy no la tenemos, no renunciemos a ello, no claudiquemos nuestros ideales. Luchar por ello no es usar el poder y las armas, sino enderezar las energías del amor, la ternura, de los pobres, de los sencillos. Eso será la apuesta de Dios al nacer desde abajo y pobremente.
El cristianismo solo tendrá sentido si apuesta por aliviar sufrimientos, por acercarse empáticamente a los dolientes de la historia y si damos otros ejemplos a los jóvenes cuidando las relaciones humanas, despertando sueños. Y la Iglesia tendrá sentido si concreta en sus acciones el mensaje de adviento y lo hace advenimiento, si vive y fomenta el vivir en clave de esperanza no nos olerá a propaganda vacía, sino a buena noticia.
POR:
P. Fabricio Alaña E, SJ
Coordinador de Identidad y Misión PUCEM
falana@pucem.edu.ec
PARA SEGUIR PENSANDO
¿QUÉ ES EL MESÍAS?
El Ungido por Dios en su pueblo para liberarlo
¿CUÁNTOS TIPOS DE MESÍAS HAY?
Muchos falsos y solo uno auténtico, el Mesías al revés, Jesús.
¿CÓMO VIVIR ESTE TIEMPO DE ADVIENTO?
Desertando los sueños y concretando esperanzas por un mundo mejor.
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