Descansar para el resto de la vida, pero gozando de todos los placeres y comodidades es uno de los deseos de muchos hombres y mujeres a lo largo de la historia. Pero eso se piensa en el aquí y en el ahora. Sin embargo, en nuestro país, camino al desarrollo, estamos en el “feriado madre” como lo llaman los medios de comunicación. El feriado más largo del año.
Nos vivimos quejando que no hay plata, que no hay trabajo, pero los medios no se cansan de darnos los datos, como indicadores de éxito de lo que nos dejó el feriado pasado, solo en una ciudad, se hablaba que dejó más de un millón y medio de dólares y movilizó más de 40.000 personas. Ahora que hablamos de cinco días de vacaciones ¿cuánto será? ¿seguro que no hay plata o no sabemos usarla para el desarrollo, sino para el placer?. Que no dudo que lo merecemos, pero cómo hablar de placer en medio de tanto dolor en este año de pandemia, corrupción, precios altos, nuevos impuestos, falsas promesas que no se cumplen cuando se dijeron en campaña política.
Ecuador, o mejor ecuatorianos sincerémonos. ¿Qué valores estamos transmitiendo a los chicos, a las nuevas generaciones? ¿será el Ecuador del ahorro? ¿del desarrollo igualitario, donde todos podamos disfrutar de las vacaciones y cubrir todos los gastos que eso conlleva?
No hay duda, que el que trabaja tiene derecho a descansar. Pero mi trabajo es para acumular más ganancias, para vivir la buena vida ¿dónde queda la solidaridad? ¿la responsabilidad social de mis actos?. El Padre Peter Hans Kolvenbach decía a los jesuitas que trabajan en colegios, que el indicador que nuestros alumnos estén bien formados será: “que cualquier decisión que tomen sobre sus vidas tengan en cuenta a los pobres” ¿cuánto de nuestro presupuesto de estas vacaciones eternas, están destinados a ayudar a la gente?
Querido lector, no te enojes. Siento como tú, la necesidad de salir corriendo ante la corrupción y mediocridad que vive este país en quienes nos gobiernan. Solo la Asamblea es ya un símbolo del desprestigio de la política, pero no debemos claudicar, ya que solo lo político nos hará pensar en estructuras comunes que beneficien a todos, no porque lo merezcamos, a lo mejor, sino porque es justo y es el bien para todos. Hay que seguir repensando lo público y la política. Del mismo modo, debemos pensar en lo privado y los valores que forman la cosmovisión de una persona.
Todo justo placer debe tener en cuenta por lo menos la necesidad mínima de quien no tiene para gastar en los placeres de la vida, en el justo descanso, sino que viven la eterna mirada del menosprecio por ser migrantes, analfabetos, hablemos de analfabetos digitales, por no tener las tecnologías adecuadas para que los guíen en el google map de la vida, ya que este requiere de rostro, sonrisas, manos abiertas que levanten al caído, que ayuden ser solidario y no insensible ante lo que pasa en el mundo. Mi merecido placer, va con mi esfuerzo por ser humano, hermano y no un ente aislado que solo piensa en sí y sus intereses.
La cultura del descarte, que tanto habla el papa Francisco, es producto de ser insensible y egoísta cuando se piensa en planes de vida, en proyectos de futuro. La verdadera sociedad del bien-estar que solo se mide por acumular cosas, por tener cosas, por pasarla bien es el indicador más claro del esquema perverso de sociedad que hemos formado los adultos y sus políticos, no solo sus economistas. Por algo, la filósofa, especialista en ética ADELA CORTINA, sugiere hablar de la sociedad del “buen-ser”, en contraposición a la de “bien-estar”, pues nadie podrá ser bueno viendo sufrir a un hermano, a un humano. Sin embargo, nuestra sociedad, si puede hablar de bienestar, estar bien, a pesar de la pobreza y sufrimiento de muchos (cf: Adela Cortina, ¿Qué es la ética y para qué sirve? (Accedido 20 de octubre 2021 en https://www.youtube.com/watch?v=HOY0CSVAA4w)
Papa Francisco nos recuerda: “el tener un hermano es una experiencia fuerte, impagable e insustituible” -refiriéndose a los hermanos de sangre-, Viviendo cada día con nuestros hermanos y hermanas aprendemos lo que significa hacer las paces y ser libres, descubrimos lo bonito que es estar juntos, aunque seamos diferentes y lo hermoso que es ayudarnos unos a otros, sobre todo a los más pequeños y débiles. ¡Ser hermanos es tan bonito que nos gustaría que todos los hombres del mundo vivieran así!”.
El vivir como hermanos de una sola familia humana será el eterno desafío de una sociedad que debe repensarse para poder no solo sobrevivir, sino vivir mínimamente bien. Merecidas vacaciones en este eterno feriado. Que salgamos rejuvenecidos para amar y servir.
Por:
Fabricio Alaña S.J
PARA PENSAR
¿QUÉ ES LO MEJOR QUE SE PUEDE HACER EN UN FERIADO LARGO?
Descansar y pensar mejor la vida.
¿CUÁL SERÁ LA CLAVE DEL DESARROLLO HUMANO?
El equilibrio entre trabajo y descanso, entre lo personal y social, entre el egoísmo y altruismo.
¿QUÉ NECESITARÍAMOS PARA DESARROLLAR COMO PAÍS?
La preocupación social por lo humano y pensar como hermanos.
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