Hoy día internacional de las madres, igual que el día de la mujer, que el día de la secretaria, entre otras celebraciones que tenemos en la sociedad deseo expresar mi gratitud, no solo por mi madre, que siempre lo haré, sino por la mujer, la amiga, la compañera. Es la misma persona en distintas facetas de la vida, de la historia y de su misión en el mundo. Ser agente de vida, compañera de camino y luz en la oscuridad.
¿A qué madre celebraremos hoy? ¿La que tenemos en el asilo de ancianos porque no la podemos tener casa? ¿La que está sola porque no hay quien comparta con ella su tiempo? ¿La que está presa por algún error en la vida? ¿La drogadicta que no pudo liberarse de lo que la hundía? ¿La que abortó porque no quiso perder su figura o no tuvo quién la acompañe a dar vida? ¿QUÉ DURO? No es facial hablar de celebraciones de vida en un mundo de muerte. ¿Qué sociedad hemos construido? ¿Qué legado estamos dejando a las nuevas generaciones, a las nuevas madres?
Hoy mi corazón ve el rostro de las madres migrantes, prostitutas y solteras. ¿En qué se diferencian como mujer, personas o amigas de las que no lo son? Solo en su función o ubicación social. En lo demás, en nada. ¿Por qué tengo que celebrar a la madre migrante, prostituta y soltera? Porque me enseñan el coraje de vivir, la alegría de amar. ¿Qué es el amor en estas realidades? Es lo mismo que nos dejó, “aquel que paso por el mundo haciendo el bien” (Hech. 10:38), Jesús de Nazaret: un amor concreto, pero universal, que ama porque ve con el corazón y en especial porque es gratuito, se da desinteresadamente. Amar así es estar libre de ideologías o tecnologías que endurecen el corazón. Tampoco se trata de caer en ilusiones e ingenuidades, ya que un amor real te evita el sentimentalismo. Amamos y estas personas aman porque desean salir adelante en la vida, porque tienen hijos a quien alimentar, enseñar y acompañar a crecer, desean otras alternativas de vida, pero no las hay por el momento. Un amor real evita la cerrazón del fideísmo cree que todo se soluciona implorando a un “dios lejano”, antes nos revelan un Dios cercano, porque lo experimentan como “Luz en la oscuridad” (Jn 3:19), fuerza en el camino, esperanza en el vivir.
El amor ante todo es pasión y deseo. Pathos, de padecer, enamorarse, sentir la realidad y deseo de caminar, luchar, salir adelante. Me indigna ver a madres migrantes “usar a sus niños para pedir limosna”, ¿por qué salieron de su país? Porque estaban peor y ¿eso que hacen es mejor vida? No, claro que no. Pero cuando veo la sonrisa o los ojos de sus hijos me interpela mi conciencia y corazón, mi limosna no soluciona nada, pero al menos mi mirada hace que ellos sientan que alguien los acoge, aunque lo mejor es darle una oportunidad de trabajo, no lo tengo, pero algo es algo, peor es no hacer nada. No olvidemos que todos somos migrantes, peregrinos de este mundo.
La prostituta es tan madre como cualquier madre. La sicología del por qué elegir ese camino no es fácil analizarla. La economía del por qué lo eligieron es más clara. Lo sociología sigue indicado la exclusión que viven, la falta de educación y el maltrato recibido por los hombres de turno, los que les hicieron hijos y las dejaron, como los que abusan de su cuerpo y dignidad. Jesús, lo dijo claramente: “ellas nos precederán en el Reino de los cielos” (Lc 7:36) ¿Qué nos quiso decir? No nos podemos de acuerdo, pero lo que capto desde las distintas acciones y palabras de Jesús, es que todos merecemos una oportunidad y mientras no nos ocupemos de los que están peor y sufren más, nuestro actuar ético es hipócrita si no hacemos algo por dar dignidad. “Benditos los hijos de mi Padre que me dieron agua, vistieron o visitaron” (Mt 25:35), sin saber que era a mí, a quien lo hacías. Jesús nos sorprende como cuando contó la parábola del Hijo perdido: “hay más alegría en el cielo por un pecador que se convierte, que por mil justos que no necesitan conversión” (Lc 15:1-10).
Las madres solteras abundan, no sabría clasificar. Tienen el mismo indicador de lucha, amor, esperanza por dar lo mejor a sus hijos. Hoy pienso en LA DOCENTE, que es la madre, “tía” le llaman muchos chicos, pero ante todo es la maestra de muchos chicos que serán los hombres y mujeres de bien que gobernarán o desarrollarán el país. Una maestra con tanta carga laboral, con tantas preocupaciones personales por el bienestar de sus hijos, por el futuro de su familia ¿cómo puede educar? Solo con coraje, creatividad y ternura, es una clara muestra de lo que es tener pasión por la vida y compasión por sus alumnos para que no pierdan el norte, por eso se prepara, se actualiza en pedagogía, contagia ante todo humanidad, ser humano como calidad de persona, saber usar el conocimiento y encontrar razones para seguir amando, luchando y creyendo. Sabe que el futuro de la humanidad está en dar lo mejor a los jóvenes que desarrollarán humanidad en sus vidas y profesiones.
GRACIAS MADRES.
Por:
P. Fabricio Alaña E, SJ
PARA PENSAR:
¿POR QUE DAR GRACIAS A MAMÁ?
Por su amor real ofrecido y realizado
¿A QUIÉN CELEBRAMOS EL DÍA DE LA MADRES?
A la mujer, amiga, compañera, trabajadora y madre
¿QUÉ ES AMAR?
Es tener pasión por la vida y deseo de ser.
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