El futuro es de los que dan el primer paso, no simplemente de los soñadores. Es mi experiencia en esta corta vida que aún tengo, en el Ecuador de mis sueños.
En innovación educativa es clave, solo se cambiará haciéndolo, making by doing. No con tantas planificaciones, estrategias, maestrías, peor doctorados, menos acuerdos y decretos.
Querido Joven, muchas cosas se dicen de ti, lo cierto es que en este tiempo de cuaresma, no se ven muy activos a los jóvenes católicos. Sin embargo, en este tiempo de la historia si están muy activos en las protestas, lástima que la violencia sea una herramienta que usan y abusan para expresar sus justos reclamos e indignación. No es culpa de ellos, pues la sociedad adultocéntrica, machista y jerarquizada provoca ese tipo de respuestas. Más si se tiene un gobierno mediocre o timorato, que no maneja las emociones sociales los jóvenes no tienen más referentes que su dopamina no controlada.
¿Dónde están los jóvenes católicos? Aquellos que fueron bautizados en el nombre de Cristo Jesús para sentirse hijos de un Dios que los llama a un gran proyecto de cambio, de transformación, de igualdad y libertad. Ese Jesús es el que por su Espíritu nos marca a todos los bautizados para hacer la diferencia en la historia y mostrar un camino a la vida verdadera, el pasar de los miedos a la confianza absoluta, de la muerte a la vida, eso es resurrección y para ello se vive la cuaresma, no meramente para dar limosna, hacer rezos teóricos y ayunos hipócritas.
Los jóvenes católicos están deprimidos y no por el coronavirus que no los deja salir, pasear y hacer lo que desean, si no por esa droga del mal uso de la tecnología, o la carencia de amor familiar que los cuide, anime y encienda a “ser luz y sal de la tierra”, al estilo de Jesús. No tienen ni padres católicos que vivan ese fuego del amor ni educadores que enciendan ese fuego que despierta e invita a salir, a hacer esa Iglesia en salida, ese hacer bulla, que pide el Papa Francisco a la juventud católica y no católica, si queremos una mejor sociedad.
Los jóvenes en su mayoría y no solo los católicos están distraídos más que deprimidos, pues con facilidad no tienen claro el norte de su vida, les cuesta hacer su proyecto vital, en donde como el gran jugador de fútbol Mesi nos enseña solo saldrás adelante y marcarás la diferencia si tienes claro el objetivo, fijos los ojos en la meta del triunfo, hacer el gol, no perder de vista el balón.
Nuestros jóvenes y cada vez papás y mamás jóvenes no educan y no enseñan las cosas más importantes de la vida porque viven distraídos en cómo ganar más dinero, tener más cosas, gastar más tecnologías, dedicar más tiempo a los negocios, a los de afuera que a los suyos. Así no hay horizonte mejor.
Católico es universal, no el sello de una secta que práctica un rito para distinguirse de los demás por el estatus social o religioso. Por eso, alguien dijo que las religiones separan en vez de unir y son conflictos en vez de fuentes de paz. Católico, repito es universal, es la intención de Jesús de Nazaret de venir de Dios para recuperar el proyecto creador, que el mundo es de todos, nuestra casa común y el final de una tierra prometida donde no falte leche ni miel a nadie.
Por ello, Jesús es no solo el Hijo de Dios sino el hermano universal. La juventud que busca paz, justicia, igualdad y libertad es más católica que aquella que exhibe un certificado de una secta que practicó un rito para suprimir miedos y no promover la libertad. “Para ser libres nos liberó Jesús” (san Pablo en la carta a los Gálatas 5,1).
Joven ¿estás deprimido o distraído? O ¿puedes ser lo que la juventud puede ser: audaz y creativo?
Reflexionemos:
¿Cuál es el estado de la juventud ecuatoriana hoy?
Hay de todo, gracias a Dios, pero hay muchos dormidos o deprimidos.
¿Cómo despertar o mover a un joven?
Mostrándoles metas y desafíos.
¿Cuál es el mayor desafío de un joven hoy?
Conquistar la libertad y la igualdad al estilo de Jesús de Nazaret.
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