Los ojos de unos enamorados, y pienso en unos amigos que vienen a la parroquia todos los domingos, cuando se miran veo su brillo y cuando me miran y hablan de sus proyectos profesionales, son odontólogos, hay entusiasmo y esperanza. Este año he casado a dos parejas del Cristo Rey de Portoviejo, unos llevaron años de enamorados y otros apenas dos años. La mirada de las dos parejas, simbolizan lo mismo, esperanza en el nuevo proyecto de vida a comenzar juntos.
Cuando un joven a punto de terminar la secundaria y comenzar la universidad, irse a otro país ¿qué revelan sus ojos? Cuando nace un niño ¿qué rostro adquieren sus padres? Cuando, un anciano no tiene quién lo visite, ni dialogue con él, ¿qué rostro revela? Cuando una joven queda embarazada y desea seguir estudiando, su “novio”, “amigo” o como le llame a la pareja de ese momento ¿qué rostro revelan? Las respuestas están llenas de emociones, incertidumbres, ambigüedades, cuando no, contrariedades ¿qué hacer?
Hoy, como en otros momentos de la historia de la humanidad el horror de la violencia social que se vive producto del narcotráfico, narcoeconomía diríamos mejor, del maltrato a la niñez, a la mujer, cuando la burla de muchos políticos de lanzarse a cambiar el país significa llenarse los bolsillos o privilegiar un sector social sobre el interés de la mayoría rigen las políticas públicas en economía, lo social, salud, educación y tenemos hoy lo que no queremos tener ni vivir ¿qué esperanza debemos potenciar? En especial ¿cómo lograr que esa esperanza tenga nombre de justicia, dignidad, equidad y calidad? Cuando deseamos que se acabe la guerra entre Rusia y Ucrania, como la que hay en muchos lados en Africa, Asia, entre otros lugares, pero se prioriza la venta de armas ¿qué esperanza de solución hay?
En este contexto celebramos Navidad ¿qué mensaje de esperanza puedo pensar, sentir e imaginar que no sea una ilusión? Para el hombre y mujer de fe, que entiende que la fe ante todo es una experiencia personal, un encuentro con el Dios vivo y verdadero revelado en Jesús, que nuestra fe revela muchas facetas, que nos invita a diferenciar lo accidental de lo esencial, y que me invita a reflexionar más que creer en Dios es sincerarme en QUÉ DIOS CREO ¿en el Dios poder o en el Dios Ternura de la navidad? ¿En la religión centralizadora en las grandes ciudades del poder o en el movimiento de fe del grupo de discípulos que comenzó en los márgenes, en las periferias del campo? La fe en ese Dios que revela esa navidad es muy distinta al Dios que hemos hecho en nuestra navidad ¿CUÁL ES EL MENSAJE DE LA NAVIDAD?
Volver a BELEN y en Belén posar la mirada en un pesebre: ¿qué veo? “un niño envuelto en pañales”, ¿me revela esperanza, angustia, sentido o incertidumbre? ESCUCHAR EL CANTO DE LOS PASTORES, los outsaiders-desechables de la sociedad científica y tecnológica que hemos construido, pregonan a toda voz y con gran alegría lo que los ángeles les comunican GLORIA A DIOS EN LAS ALTURAS Y EN LA TIERRA PAZ A LOS HOMBRES QUE DIOS AMA. El vivir este mensaje no es cuestión de razón, esta se pregunta cómo puede ser, la historia revela más horrores que razones, pero el corazón palpita y percibe “una luz en la oscuridad de la cueva, establo”, “una luz en la noche infinita” y con el poeta podemos decir: “Mas solo un Dios en medio de la cueva/ envuelto en paja, a oscuras de la noche/ pudo inventarse aquí cosa tan nueva/.
Como nacer en tiempo ya marchito/ y convertir la vida en derroche/ de una madre que engendra al infinito/”. No hay más. La fe es para audaces y emprendedores. Los creyentes mediocres viven encerrados en sus miedos o enredados en las apariencias del brillo de la superficialidad, del poder, del tener, del placer.
Puedo vivir la paz en pocas horas, pero puedo experimentar el amor al infinito que me revela una esperanza real que vale la pena, luchar, resistir o provocar. Como dice una bella anécdota de la primera guerra mundial, 1914: “habían muerto más de ochocientos mil hombres, y parecía que la Navidad iba a ser otro día de muertes. Cuando un soldado inglés comenzó a cantar: Silent Night, Holy Night (Noche santa- noche silenciosa). Un soldado alemán hizo lo mismo y lo tradujo a su idioma. De una parte a otra de las trincheras comenzaron a cantar villancicos. Soldados de un bando a otro se unieron para decirse FELIZ NAVIDAD. La guerra se detuvo por una noche. Luego los generales y comandantes ordenaron seguir peleando, amenazando con consejos de guerra a los soldados si no hacían caso.
Una abuela al oír este relato, lloró y exclamó: Entonces la Navidad no significa nada. Es solo una noche. Por una noche somos hermanos y luego hacemos la guerra.
Podemos preguntarnos como Thomas Merton si ¿ya nos hemos convertido en cristianos veinte siglos después?
La esperanza que me revelan los jóvenes al casarse, al graduarse es que la vida es un proyecto y este se construye, los obstáculos y las crisis me invitan a crecer. El problema es que entendemos crecimiento en cantidad y no en calidad, en aumentar cosas y no en profundizar en la vida. Por ello el Papa Francisco invita “ser sembradores de esperanza en la fraternidad y sean cosechadores de futuro…Que no les pase ser turistas de la vida, que solo miran desde fuera, superficialmente. Todos ustedes son un tesoro, único y valioso. No pierdan nunca la valentía de soñar y de vivir en grande. Sean sembradores de fraternidad y serán cosechadores de futuro, porque el mundo solo tendrá futuro en la fraternidad” (Discurso a su visita a Medio Oriente en noviembre).
POR:
P. Fabricio Alaña E, SJ
PARA PENSAR:
¿EN QUÉ CONTEXTO VIVIMOS LA NAVIDAD?
La oscuridad de la violencia social.
¿CÓMO VIVIR LA NAVIDAD?
Reconociendo la luz en la oscuridad: mi actitud de fe.
¿CÓMO CONSTRUIR FUTURO?
Sembrando fraternidad.
Comments