Dos jóvenes seminaristas que estudiaban en Argentina para ser sacerdotes, tuvieron la oportunidad de oír, conversar, recibir consejos y ejercicios espirituales de aquel hombre que en los años 80-90 era muy admirado y controvertido llamado, Jorge Mario Bergoglio sj. Admirado por la visión y sagacidad que tenía para sacar adelante proyectos parroquiales, seminarios de formación, retiro a jóvenes universitarios, gobernar personas. Controvertido, pues no siempre su inteligencia y experiencia motivaba la libertad de las personas y ejercía presión para conseguir sus objetivos. Lo cierto es que la gente se dividía entre quienes aman a Bergoglio o quienes generan antipatías contra él.
Uno de los seminaristas se llamaba Carlos, muy astuto, ecuatoriano, que estaba en ese seminario por cosas de los superiores. El otro era Fabro, ingenuo, poco peleón, pero que le gustaba ver y entender, aunque siempre aspiraba a más, a otra cosa de mayor madurez, libertad y riesgo. Carlos ya se había adelantado en ello. Desconfiaban de Bergoglio, con todo Fabro le pregunta a Carlos: ¿te acuerdas de la charla espiritual a religiosos que nos dio Bergoglio? ¿Cómo nos pedía que tengamos claro dos palabras si queremos ser sacerdotes del siglo XXI? No, no me acuerdo dijo Carlos, yo estaba interesado en transformar las estructuras de la Iglesia, de la sociedad no le puse atención a esa espiritualidad de la interioridad. –Ay, Carlos lo externo que hacemos es producto de un trabajo interior- eso lo aprendió con el tiempo.
Y ¿Cuál eran esas dos palabras claves de Bergoglio para ser sacerdotes del siglo XXI? Las dijo en griego, Carlos, no friegues, eso sí que no me acuerdo, no era mi fuerte, dijo Carlos. -Eran: HIPOMONE KAI PARRESIA- ¿Qué es eso? Pues tienen muchas acepciones pero aplicada a la vida y a la vida religiosa para testimoniar a Dios y ser uno mismo en el siglo XXI significa: AGUANTE, sinónimo de esperanza, lo que permanece –maino- por debajo, hipo. Y CORAJE: saber decir todo: pan –remi. Wuao Fabro, te gustaban esos juegos lingüísticos, ¿cierto? No… son palabras claves… ¿Palabras Claves? ¿Qué es? Y ¿para qué?
Una palabra clave, es siguiendo a Paulo Freire aquella que es generadora de sentido y estructura tu pensar para que sepas actuar. Son palabras-acción, se comprenden cuando se practican y allí revelan su significado.. Ah claro, eso si entiendo dijo Carlos. Palabras claves son las que aglutinan varias ideas que nos invitan a trabajar por un ideal, se parecen a los conceptos fundamentales de un sistema de ideas o propuestas. Así es, dijo Fabro, y siguiendo al filósofo Hegel, es lo mismo que llamaba el filósofo alemán: la paciencia del concepto. Para comprender la esencia de un proyecto generador de vida debo entender hacia dónde me lleva y cómo mi esfuerzo de comprensión y articulación de ideas, referentes me ubica en el contexto que me toca vivir y así logro transformar o ayudar a la transformación de la realidad.
Entonces, pregunta Carlos, dime cuáles son tus dos palabras claves para este año, querido Fabro. Las de Bergoglio de los 90 les sirvieron y por algo llegó a ser el Papa Francisco, Obispo de Roma, el líder-inspirador de la iglesia Católica de hoy.
Así es. Mis dos palabras para este 2021 son: DISCERNIMIENTO Y MAGIS. Ahora sí que complicas las cosas Fabro, no tranquilo. Te comparto mi intuición que deseo desarrollar este 2021. Todos queremos un mejor año. Este 2020 ha sido duro, desanimador. La única forma de buscar la luz y tener lucidez de lo que se puede hacer es con el DISCERNIMIENTO: la capacidad de dejarme asombrar por lo nuevo y desafiante que hará que sepa ante todo sentir lo mejor que debo elegir para ello debo clarificar, distinguir y aprender a tomar decisiones. Esto es el discernimiento, parecido a la parresía de Bergoglio, solo con coraje me atreveré a atravesar el túnel de la noche oscura de la fe y del 2020 vivido para buscar luz y tomar las mejores decisiones para mí y para todos.
Y ¿El magis? Eso significa no lo máximo sino lo mejor. Las decisiones que tome para salir de la crisis de mi vida, de mi sociedad, me hacen mejor ciudadano, mejor cristiano. Siempre puedo dar más, ser más para servir mejor. Y lo mejor, el magis que todos debemos practicar no solo para ser curas sino para ser hombres y mujeres auténticos es amar. Pues no se trata de “hacer el amor”, sino de sentir que “el amor nos hace”, nos humaniza, nos constituye en auténticas personas, sin amor no se puede existir ni alcanzar la felicidad.
Amar significa aceptar al otro como es, verlo original y distinto a mí, afirmar su valía y dignidad. El amor genera confianza y seguridad y es lo que nos ayudará a salir de las crisis de humanidad que hoy vivimos. Por ello, el mejor trabajo del mundo es ser educador, ya que un auténtico educador ama y porque ama no deja aplastar sus sueños ni el de sus alumnos y se actualiza, busca el más para hacer mejores personas y proyectos.
Te deseo suerte Fabro con tus dos palabras: discernimiento y magis. Yo me quedo con las mías: “Fe y Alegría” para el 2021.
Por
Fabricio Alaña E.
Para seguir pensando
¿PARA QUE SIRVEN LAS PALABRAS CLAVES?
Para generar ideas concretas y significativas.
¿CUÁLES SON LAS DOS PALABRAS CLAVES DE FABRO PARA 2021?
DISCERNIMIENTO Y MAGIS.
Y TÚ QUERIDO JOVEN: ¿QUÉ PALABRAS CLAVES TIENES PARA ESTE AÑO?
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