Profetas de las desgracias, personas amargadas, pesimistas, gente desilusionada, ha habido siempre a lo largo de la historia. Razones tendrán. No la juzgues querido joven. La dura realidad invita a pensar y a vivir con otros y juntos buscar soluciones o salidas. Lo cierto es que el problema que hoy vivimos solo invita a soluciones en conjunto. O nos comprometemos todos o nos hundimos todos. Mejor dicho, seguimos hundidos, divididos y lo que es peor olvidando a los que más lo necesitan, despreciando a los que menos oportunidades tienen. Así no hay futuro, sino repetición de una historia ya conocida.
¿Qué es lo que a un joven hoy le puede ilusionar? Cuando he tratado ese tema en reuniones y charlas con jóvenes sueltan con facilidad y entusiasmo la realización de sus sueños y cuál es sigo preguntando: SER ALGUIEN EN LA VIDA…suelen decir. Por simple lógica ese ser se contrapone al tener. Mejor que contraponer se debe decir el ser no se subordina al tener, lo sabe administrar. Todos necesitamos tener cosas o bienes que nos ayuden a vivir con lo suficiente para vivir con dignidad. Pero el sentido de la vida no está en tener cosas, sino desarrollar lo mejor de mi.
¿Cómo podemos hoy saber qué es lo mejor que yo soy y puedo dar? Los antiguos usaban una fórmula GINOSKY AUTON, conócete a ti mismo. En conocerse a sí mismo está el principio de la sabiduría, uno sabe lo que puede y es capaz, sabe sus debilidades y limitaciones. La sicología nos reveló que no siempre somos consciente de eso, por ello quien maneja nuestra vida muchas veces o la gran mayoría de veces es el inconsciente. El ser humano anda de tumbo en tumbo sin saber qué quiere de la vida o dejándose manipular por estructuras o ideologías que organizan las sociedades.
La edad moderna invita al ser humano a superar los límites de la realidad sabiendo usar la razón. Muchos creyeron que la racionalidad sería la que iluminaría al ser humano de tanta sombras y fanatismo. La historia nos demuestra que caímos en nuevas ilusiones. EL SAPERE AUDE de Emmanuel Kant, nunca fue bien entendido, atrévete a pensar no significa que todo lo maneja la razón, pues siempre hay algo que nos cuesta y costará conocer, entendiendo aquí el conocimiento como captar la realidad de las cosas. La realidad es compleja. El mismo Kant, aceptaba que hay cosas del entendimiento práctico que es responsabilidad del ser humano y forja su carácter y rige su actuar ético. Hay tareas del entendimiento teórico, ejercicio no solo racional que invita a sistematizar y profundizar, pero que no encierra todo en la razón, pues hay cosas razonables que van más allá de una comprensión conceptual, existen el mundo de los valores, del misterio no lo podemos encerrar en teorías y conceptos, pero lo podemos postular. Dará qué pensar e invitará a seguir buscando lo que te hace audaz y libre.
¡Hay! Querido joven, cuánto hecho de menos las clases de filosofía que teníamos cuando había esa materia ¿Te aburrías? Sí pero te atrevías a pensar, debatir y sacar conclusiones. Comprendiste que la vida es una aventura y que el ser humano no solo es animal racional y que la razón tiene múltiples dimensiones que integra la emoción, la pasión, el misterio para que sepas actuar con autenticidad, pero con prudencia. Yo no fui formado en las técnicas interactivas que hoy usan las pedagogías innovadoras y seguro hubiéramos hecho un ABP, un aprendizaje basado en proyectos y hubiésemos investigado ¿Qué sueños tienen hoy los jóvenes? Te debo ese artículo.
Lo que hoy deseo expresar es que no dejes que la pandemia, los problemas de la vida, los políticos corruptos de siempre, que hoy siguen de candidatos, te quiten tus sueños: Aude Somnium, atrévete a soñar.
“No había fiesta en el llano ni baile de joropo sin el arpa mágica del artista Figueredo. Sus dedos acariciaban las cuerdas y se prendía la alegría y brotaba incontenible el ancho río de su música prodigiosa. Se la pasaba de pueblo en pueblo anunciando y posibilitando la fiesta. El sus mulas y su arpa, por los infinitos caminos del llano.
Una noche tenía que cruzar un morichal espeso y allí los esperaron los bandidos. Lo asaltaron, lo golpearon salvajemente hasta darlo por muerto y se llevaron las mulas y el arpa. A la mañana siguiente, pasaron por allí unos arrieros y encontraron al maestro Figueredo cubierto de moretones y de sangre. Estaba vivo pero en muy mal estado. Casi no podía hablar. Hizo un increíble esfuerzo y llegó a balbucear con unos labios entumecidos e hinchados: -Me robaron las mulas. Luego de un rato, logró empujar sus labios destrozados: -me robaron el arpa.
Al rato y cuando parecía que no podía decir nada más, empezó a reír Era una risa profunda y fresca, que inexplicablemente salía de ese rostro desollado. Y en medio de la risa, el maestro Figueredo logró decir –pero, ¡no me robaron la música!”.
Recordemos a Facundo Cabral: “si dejamos morir nuestros sueños seremos pobres, si los cuidamos y ponemos en práctica seremos Ricos”. Adviento que comienza este domingo nos invita a soñar el sueño de Dios ¿Cuál es el sueño de Dios? Lo analizaremos estos días.
Por
Fabricio Alaña
PARA SEGUIR PENSANDO
¿CUÁL ES EL MAYOR PROBLEMA DE NUESTRO TIEMPO?
Nuestra incapacidad de soñar juntos.
¿QUÉ NOS ENSEÑA LA BUENA FILOSOFÍA?
Aprender a conocernos. Atrevernos a pensar.
¿QUÉ ES LO QUE MÁS NECESITAN LOS JOVENES HOY?
Atreverse a soñar.
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