Pedro es un chico de 15 a 20 años de nuestro país. Puede ser también un joven de 30 años. O un adulto de 45 años en adelante. También y por qué no, puede ser Josefina. Como Pedro, todo hombre y mujer necesitamos amar. Como dice la canción: “nadie puede ni nadie debe vivir, vivir sin amor”.
¿Qué es el amor? Mis estudiantes de medicina de los primeros niveles me dicen que es un conglomerado de hormonas y demás químicos que produce el sistema respectivo al sentir emociones, deseos, angustias, entre otros sentimientos o realidades. No me asusté. Repiten lo que dicen las investigaciones bioquímicas de la fisiología humana. Pero ellos saben, lo experimentan, que no es lo único que indica lo que es o puede ser el amor, y que nadie se casa o compromete de por vida con una persona haciéndose un examen bioquímico para medir el grado de hormonas del amor. ¿a ver cuántos años dura? El amor es una realidad. Pero, de las realidades que definen al ser humano y que lo hacen capaz de sacar lo mejor de su ser, de esforzarse lo más que se pueda para vivirlo, cuidarlo y contagiarlo.
¿El amor es el motor de la vida? El amor es lo que mueve el mundo, el amor es lo que enciende la vida, el amor es lo que da sentido al día a día. Pero incomprensiblemente nos cuesta amar de verdad e incluso a veces el amor se apaga, y el amor en lugar de iluminar, oscurece, en lugar de dar seguridad, otorga miedos, cuando tendría que fortalecer, nos hace débiles y desconfiados… Entonces ¿qué hacemos? ¿tenemos que vivir sin amor? ¿podemos vivir sin amor? Lo cierto nadie puede ni nadie debe vivir sin amor.
El mensaje central de Jesús de Nazaret, fue simple: “nadie tiene más amor que el que da la vida por los suyos”. (Jn 3). “He venido, para que tengan vida y vida en abundancia”. (Jn 10). En san Juan AMOR Y VIDA SON SINÓNIMOS, pues Dios nos creó por amor y nos acoge con amor. Ese es el principio y fin de nuestra vida. El problema está en la historia que libre, inteligentemente y con capacidad de amor desarrollamos en la mitad. Aquí nos encontramos con deformaciones, manipulaciones, ideologizaciones, proyecciones y con prostituciones sobre el amor ¿Dónde quedó la esencia de la vida y de la propuesta creyente? ¿Dios es amor? (1 Jn 4), ¿“El amor todo lo puede”? (1 Cor 13).
Para los hombres y mujeres de fe ¿el amor de Jesús terminó con la muerte/ la pasión? Eso parece revelar los textos primeros de la resurrección: tristes, encerrados, con miedo, desanimados, solos, dispersos, angustiados, nostálgico. Cuando se despiertan y reconocen al Señor. Se dan cuenta de lo que realmente puede mover su interior, el mundo, la historia: ¿no arde nuestro corazón cuando nos encontramos con Jesús resucitado? (Lc 24) ¿No despierta emoción ver, sentir y gustar la comida que con ternura prepara el Señor a sus amigos y amigas?: muchachos, traigan más pescados (Juan 21).
Cuando Jesús pregunta por tres veces a Pedro ¿me amas? NO le recrimina ni le echa en culpa los pecados, debilidades, deslealtades y miserias de Pedro: “me negaste tres veces en la pasión”; “me dejaste solo”, fuiste siempre un impulsivo, con violencia querías defenderme, y por eso cortaste la oreja del guardia Malco”, “le tenías envidia a Juan, quien ponía su cabeza sobre mi pecho”. Jesús le dice, Pedro, apacienta mis ovejas. Le da una misión, cuida de mi gente, de tus hermanos, cuida de la propuesta de dar esperanza, amor a los que mi Padre creó y encomendó.
Hay pocas cosas que puedo saber sobre Jesús, incluso me entran dudas. Pero hay algo cierto y múltiple que unifica mi vida. Jesús Resucitado levanta esperanza y me da otra oportunidad para creer en la vida, para amar auténticamente, para no juzgar a nadie y para crear “fraternidad universal y amor social”. Yo di el primer paso, vi y creí, pero no sabía bien en lo que creía, con Jesús Resucitado solo tengo que creer y ver el inmenso amor que hace apostar por la vida, cuidar la vida y embellecer la vida. Cada vez que veo el sol, la luna, las estrellas, siento un amor grande por los jóvenes para que sean mejores que nosotros y se abran al amor de Jesús que hace renacer esperanza, construir historia, hacer realidad los sueños.
A veces puede haber alguien que te hace crecer, alguien cuyo amor te hace ser más tú, como que de alguna manera te expande. Y si es correspondido, te compromete, porque os hace más libres, más fuerte, más valiente para vivir más plenamente. Porque uno no elige de quién se enamora, pero en cambio sí elige cómo gastar y arriesgar su propia vida. ¿Amo a Jesús? ¿Amo a alguien de verdad? ¿Amo la vida? El amor de madre, me enseñó a luchar, a dar, pero sobre todo a creer. Gracias Mamá. Feliz día de las Madres.
Por
P. Fabricio Alaña S.J
PARA PENSAR
¿EL AMOR ES UN SENTIMIENTO O UNA HORMONA?
Claro que no.
¿POR QUÉ NO SABEMOS AMAR?
Por falta de experimentar lo incondicional de un Dios vivo y verdadero o un hombre o mujer auténtico.
¿QUÉ ME REVELA LA RESURRECCIÓN?
La esperanza que podemos amar.
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