Los judíos pedían milagros, pedían que Dios reine en todo su territorio. Los griegos pedían sabiduría, y ¿tú querido joven qué pides el día de hoy? Y, tú, querido creyente o lector de estas líneas ¿qué es lo que más alegría te provoca este tiempo? ¿Qué es lo que nos llena el corazón, nos levanta con ilusión y nos hace caminar con esperanza? Esas son las preguntas de adviento.
Me temo, que muchos lo que pediremos son las soluciones concretas a los problemas cotidianos, en muchos casos muy necesarias, en otros muy superficiales: “que nos des el pan de cada día”, “que nos saquemos la lotería”, “que encuentren novios las solteras”, “que pasemos de año, no importa cómo ni con cuanto la importante es pasar”. Muchos colegios y universidades lo único que quieren es tener más alumnos, no perder un raitng de números y formas externas que es lo que hoy se valora en el marketing. Lo importante es aparecer y no ser. ¿Y el país?
Y ¿el Verdadero Desarrollo Humano? Como nos explicaba un compañero de trabajo en el primer seminario de formación que hicimos para políticos candidatos a alcaldes y prefectos: “Hoy en economía muchos países y economistas siguen hablando de la importancia del PIB (producto interno bruto) como indicador de desarrollo de un país. Con este indicador un país de Africa como Nigeria tiene un PIB mucho más alto que Ecuador. Eso significa que hay que buscar lo que incrementa el PIB, así si hay más crímenes se les paga más a los abogados y a la policía, y eso es lo que cuenta en el PIB.
El mismo creador del PIB; Simon Kuznets lo dice claramente, “El PIB no sirve para medir el bienestar de un país”, una medida de bienestar económica, terminó siendo una medida de la actividad de la economía”. Al PIB le gusta la contaminación, el delito y las guerras (David Zaldumbide, docente PUCEM, campus Portoviejo), “no contempla la calidad, el bienestar ni la distribución de la riqueza, lo que genera una desafección creciente entre la medición de la marcha de la economía y la percepción de los ciudadanos de su propia experiencia”. “Ignora el valor de elementos que contribuyen a mantener el nivel de bienestar de la población, como el ocio y la libertad”. Genial David, gracias por compartir tu saber humano y científico. Lástima que a los políticos no les guste la calidad sino la cantidad, no les guste la formación sino la proclamación.
El evento que hicimos por primera vez desde la Academia POLITICA 3.0, (PUCEM, 2 de diciembre) es un espacio para dar a conocer las propuestas de la Doctrina Social de la Iglesia, que hoy el Papa Francisco en sus documentos en especial las encíclicas Laudato Si y Fratetlli Tutti nos iluminan o deben iluminar a todo hombre y mujer de buena voluntad que desee soñar a lo grande y despertar la alegría verdadera, el coraje de vivir juntos; y con análisis de las ciencias sociales y económicas. Fueron muy pocos, pero fueron muy responsables e inquietos, gracias y espero que les haya servido, otros se excusaron y a otros no les interesa indicadores de calidad sino de cantidad, repetirán el mismo estilo de hacer política. Nosotros fomentaremos la esperanza con propuestas de encuentro de hermanos y no de enemigos, de análisis profundo y no superficiales: Hoy un político bueno será el que realice propuestas sostenibles, como dice David Zaldumbide, “entendemos por sostenibilidad la capacidad de gestionar recursos para satisfacer a las necesidades actuales, sin comprometer los recursos de las futuras generaciones. Esto considerando el desarrollo social, económico y el cuidado del medio ambiente en un marco de gobernabilidad”. Por ello, el verdadero INDICADOR DE DESARROLLO HUMANO mide el progreso conseguido por un país en tres dimensiones: 1) disfrutar de una vida larga y saludable, 2) acceso a educación y 3) nivel de vida digno.
Al leer el evangelio como el de este domingo tercero de adviento (Mt 11: 2-11) Jesús de Nazaret me enseña qué es lo que más le preocupa y cómo muestra su mensaje en hechos más que en palabras, cuando responde a los discípulos de Juan Bautista, ya en la cárcel inquieto por las noticias sobre Jesús: ¿eres tú el que tiene que venir o debemos esperar a otros? Jesús responde visibilizando más que su pensamiento, su corazón y concretando los sueños de Isaías: “decirle que los ciegos ven, los cojos andan y se anuncia a los pobres la Buena Noticia de su liberación? No le interesa tanto el Dios del templo y del poder, sino el de la cercanía y compasión.
El Papa Francisco recupera los sueños de Dios en sus escritos y predica: UNA NUEVA IGLESIA en salida, (La Alegría del Evangelio) y no preocupada por la cantidad de creyentes, sino su calidad. Una Ecología Integral para el cuidado de la casa común y las nuevas generaciones (Laudato Si). Una Comunidad Abierta de hombres y mujeres que desarrollen no solo la igualdad, la libertad, sino sobre todo la fraternidad (Fratelli Tutti) Y que respetemos y escuchemos a las culturas en especial de los pueblos marginales (Querida Amazonía).
¿Cuáles son tus sueños querido Joven? ¿Puedes compartir uno que indique calidad y desarrollo humano? Querido creyente que celebras conmigo la esperanza de Dios en este adviento, cuando nos pregunten cómo celebraremos nuestra fe en Jesús esta navidad podemos mostrar: ¿los pobres son nuestros amigos y amigas, los queremos como hermanos?
POR:
P. Fabricio Alaña E, SJ
Coordinador de Identidad y Misión PUCEM
PARA SEGUIR PENSANDO:
QUERIDO JOVEN: ¿QUÉ SUEÑOS DE CALIDAD PUEDES COMPARTIR?
El pasar de año, terminar los estudios no es suficiente.
QUERIDOS POLÍTICOS: ¿PODRÁN DEMOSTRAR LA CALIDAD DE SUS PROPUESTAS?
Las obras que proponen son más de cantidad, dónde están la calidad de su propuesta.
QUERIDO CREYENTE: ¿CUÁL ES LA NOVEDAD DE NUESTRA CELEBRACIÓN?
Comprometernos más con la humanidad.
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