6 de enero se ha convertido en una fecha controvertida para los seres humanos. En Oriente, en especial las Iglesias ortodoxas es el centro de su fe, la natividad de Jesús. En otros sitios ni se conoce ni se siente. En Occidente, dependiendo si es el secular, el ateo, el agnóstico, el indiferente, el nativo, el creyente, el católico este es el día de Reyes, del Belén, de las roscas, de los regalos, de la alegría de niños, de la angustia de madres.
Naty, Felipe y Simón discutían vía zoom entre ellos, en plena clase de filosofía que tenían en Google Meet del colegio, que esta herramienta es gratuita y le piden a los chicos unirse para recibir la hora de clase de conectividad al día que tienen, ya que el resto son horas de clases asincrónicas donde el profesor no está conectado con sus chicos, si no que les manda teletareas, fichas que no entienden, proyectos que ellos deben investigar, redactar, desarrollar y documentar. Están aburridos en este tiempo y preocupados pues se acerca la universidad y si bien ya no tienen que dar ese examen ser bachiller que tenía demasiadas falencias, hoy deben desarrollar los que les falta dominar: Los proyectos para graduarse, pero otro día hablaremos de eso.
En el zoom de Naty con Felipe y Simón. Naty los felicitaba y les preguntaba que cómo iban a celebrar este día ¿Con roscas o regalos? Felipe que era un goloso, decía con Roscas, las de la cafetería de la esquina de mi casa son riquísimas tienen cremas y muchas pasas. Simón, que era el mayor de los tres y le encantaba la lectura, se había leído todo la colección de Harry Potter, responde con preocupación - Naty, pues la crisis social, económica no ayuda a festejar tanto y el pesimismo, angustia e incertidumbre ante el futuro tiene estresados a mis padres y a mí, en especial que no sé qué carrera seguir, yo pensaba que las tradicionales como la medicina, leyes, administración no eran tan necesarias o que estaban sobresaturadas y que la robótica, mecatrónica, ingeniería de procesos o telecomunicación eran las más necesarias, no lo son en sí para sanar y ayudar a la gente.
¡Ay Simón, te entiendo! Pero la actitud de Felipe no es tan ingenua. En esta sociedad de consumo que hoy vivimos no se vive la verdadera alegría y esperanza. Hay mucho pesimismo y desconcierto. La rosca de reyes por su circularidad es símbolo de unidad, nos aglutina para hacer memoria del amor recibido, y lo dulce de las roscas nos invita a experimentar y compartir la ternura de la luz de navidad.
¿Todavía crees en esos cuentos bíblicos Natalia? Exclamó con admiración Simón. Naty, respondió con claridad y cariño. No son historia verdadera, es verdad, pero no son cuentos, son relatos. Transmiten un sentido profundo de la fe de los pueblos y son la manera de adaptar y comprender en otros contextos la esperanza de un pueblo: Dios se revela a todos y quiere que todos experimentemos el amor, la verdad, la bondad y la belleza de la vida para seguir luchando y caminando en función de nuestros deseos e ideales que nos hacen humanos y dignos, no de las miserias y dureza de la vida.
Gracias Naty, tienes razón tanta angustia, negatividad no nos lleva a ninguna parte, por lo menos nos hace pensar en alternativas de vida –dijo Simón- Y dinos Naty, con qué símbolos te quedarías que valgan la pena pensar, sentir y gustar de este relato.
Naty contestó: pues los reyes no son reyes sino sabios. Claro dijo Felipe, por eso no se entiende, ya que los políticos y a los que les gusta el poder, prefieren hablar de reyes, así dominan y controlan. Así es, dijo Naty, se trata de entender que el corazón humano es sabio porque sabe buscar un absoluto, alguien que les llene de sentido su vida. Son sabios porque son buscadores de la verdad absoluta, que es Dios.
La estrella, que no es una mera constelación, sino un símbolo, mirar hacia arriba nos hace ir más allá de nuestra miseria, buscar la luz es buscar el bien y la felicidad, el problema es que ésta nace o suele estar en nuestro corazón.
La gran señal no es el poder, el tener o el saber, que nos enseñan los reyes o sabios, sino UNA MADRE Y UN NIÑO, por eso la ternura es la característica principal de quien sabe amar. Y de las roscas de reyes dijo Felipe, ¡¡Epa!! Vamos a comer, dejémonos de filosofar. Esta bien dijo Simón, pero el vivir sin pensar no es muy acertado. Sí dijo Naty, pero el verdadero pensar es más simbólico que analítico, es trascendente que meramente terrenal. ¡Ya basta! vamos a comer, dijo Felipe.
Por
Fabricio Alaña E.
PARA PENSAR
LOS RELATOS BÍBLICOS ¿EN QUÉ SE DIFERENCIAS DE LOS CUENTOS?
Son verdades más profundas que se conecta con la vida y no mera imaginación.
¿CUÁLES SERÍAN LOS SÍMBOLOS PRINCIPALES DE LOS REYES?
Son magos y no reyes, la estrella como la luz que guía el saber, la madre y el niño, como ternura divina.
¿REYES O SABIOS?
Sabios buscadores de la verdad.
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