Richard y Sofía tuvieron una linda conversación la semana pasada. Allí Sofía le preguntaba a Richard ¿Qué quiere ser en la vida? La conclusión obvia fue que si la educación no educa y desarrolla el ser humano no tiene sentido y no es de calidad. Ellos acudieron donde el padre Fabro sj, quien les compartió las reflexiones del proyecto educativo de la Red Ignaciana del Ecuador, en donde lo central es la formación de la persona.
Ahora Richard cuestiona a Sofía. Sofy, te acuerdas que me dijiste que eran cuatro las características de la persona que desean formar para el siglo 21 los colegios jesuitas y solo me hablaste de dos: el ser personas CONSCIENTES Y COMPETENTES y me hablaste de los impactos que éstas deben tener en la sociedad, si están bien formadas, como el vivir la espiritualidad sintiendo la presencia de Dios que los transforma y los hace trascender. Eso de trascender, dijo Richard, no lo entendí bien. Sofy le aclara, simplemente que estás llamado a volar alto y dejar una huella en tu vida que señale un horizonte de sentido. – Chevere Sofy, seguro tú remplazarás al padre Fabro en el colegio dando clases de Filosofía y de teología. Ah!!! Richard, se ve que has subido el nivel, antes le llamábamos Religión y ahora Teología ¿Cuál es la diferencia?
No me pongas en apuros Sofy y no te hagas, tu sabes más que yo, humildemente tengo que reconocer, a mi me gustan más las matemáticas, la física lo que puedo visualizar y experimentar en laboratorio o teorías exactas. ¡¡Ay Richard!! En la vida no todo es blanco y negro, claro o distinto. Existe multiplicidad de colores y variedad de tonalidades. Pero cuál mismo es la diferencia. Te explico, le dice Sofy.
La Religión es cómo las personas que tienen esa sensibilidad, encierran en conceptos sus ideas sobre Dios y lo que él quiere, según ellos entienden y exigen mediaciones rituales, doctrinales para pertenecer a una determinada cosmovisión o grupo religioso. Por eso hay muchas religiones o grupos religiosos. Son caminos a Dios, son medicaciones humanas.
La Teología es una reflexión sobre la vida de fe de los seres que acogen a Dios como el único y verdadero, revelado en su Hijo Jesús, gracias al Espíritu Santo. Su enfoque está en la espiritualidad, que es ante todo una forma de vida, de ser desde el interior en conexión con el mundo, la historia, la sociedad. Desarrolla un movimiento de personas, verdaderos buscadores de lo absoluto, respeta el misterio insondable de Dios, pero lo entiende como fuente de vida y no como botellas de aguas benditas para calmar sed o miedos, sino para conectarnos con lo más íntimo que lo íntimo nuestro, que nos abarca y sorprende. ¡Wao Sofy! – Te pasaste - Gracias de verdad, entendí sobre todo la diferencia que calma la sed entre la fuente (teología) y la botella de agua (religión).
De verdad que los jesuitas se pasan, por algo se comprometen más con el mundo, como decía la noticia de “religióndigital.org” el otro día: “Un sello distintivo de la educación jesuita es el servicio a los demás, un indicador de ello es la cantidad de exalumnos de instituciones jesuitas que sirven en la Cámara y el Senado de Estados Unidos. De los 535 miembros del 117 Congreso de EEUU, 55 se graduaron en colegios y universidades jesuitas: 13 en el Senado y 42 en la Cámara. Lo que significa que uno de cada diez congresistas son exalumnos jesuitas”.
Por eso, Richard, las dos “C” que falta del modelo de persona que desean formar los jesuitas son: COMPROMETIDOS Y COMPASIVOS. Se comprometen con la “polis” –ciudad en griego- porque ven en la política una oportunidad para ejercer su ciudadanía y practicar el derecho de la libertad y equidad para todos, sino, no es democracia y no dejarse engañar de los politiqueros de siempre que buscan espacios de poder y no realizan procesos de cambio, lo cual sí genera el que sabe manejar los tiempos. –Ah eso lo dijo el Papa Francisco en un documento que se llama Evangelium Gaudium, la Alegría del Evangelio: “Para producir cambio social debemos tener claro dos principios, “el tiempo es superior al espacio” y el todo es mayor que la parte”. Por eso, Educar en la ciudadanía es una manera de forjar compromiso por un mundo mejor. Gracias Sofy, oye... ¿Y la otra? falta una C…
La última C, es la de COMPASIVOS, educar para la compasión o personas compasivas, significa “Capaz de abrir su corazón para ser solidarios y asumir sobre sí el sufrimiento que otros viven (P. Adolfo Nicolás. SJ, Medellín, 2013).
Bien Sofy, gracias cuando sea grande pondré a mis hijos en el mismo colegio jesuita que me he educado, es garantía de formar líderes que desarrollen como personas y sepan contagiar esperanza a los demás siendo CONSCIENTES, COMPETENTES, COMPROMETIDOS Y COMPASIVOS, como símbolo de buena educación.
Por
Fabricio Alaña E. SJ
PARA PENSAR
¿QUÉ ES LO MÁS IMPORTANTE EN LA EDUCACIÓN?
La formación de la persona.
¿CÓMO SABEMOS QUE LA PERSONA ESTA BIEN FORMADA?
Cuando es Consciente, Competente, Comprometida y Compasiva.
¿CÓMO SABEMOS QUIÉN ES UNA PERSONA COMPROMETIDA?
Quien se arriesga a vivir los valores en la política bien entendida.
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