El próximo 5 de febrero, de nuevo los ecuatorianos y las ecuatorianas debemos obligatoriamente sufragar, nos hemos preguntado: ¿qué es lo que realmente debemos decidir? Para ello, debemos superar la gran contradicción que se vive en la política: “Una de las paradojas más grande que se está viviendo hoy en día, no solo aquí, es un problema mundial: es el descrédito de la política y de los políticos, justo cuando más los necesitamos” (Papa Francisco).
El próximo 5 de febrero no ganará quien haya conseguido más votos, que serán los mínimos del conjunto que vota, sino quien se haya conectado con la realidad del país y con los sueños y anhelos de los ciudadanos. El ciudadano que sabe elegir no será el que marque una casilla, sino el que PIENSE el voto. ¡He allí la cuestión! Pensar mejor qué queremos, para saber mejor quién nos puede representar. Para ello, debemos superar el infantilismo ideológico de las fobias y filias, de los odios y pasiones, asumir la responsabilidad de lo que queremos construir como espacio de convivencia y como proyecto futuro para nuestros hijos y niños, como de acompañamiento para nuestros mayores que dieron lo mejor por nosotros.
El problema de fondo en lo político, es la necesidad de elegir las mejores opciones cuando se trata de construir un proyecto nación donde se forje un pueblo desde lo mejor de sí mismo, que tenga en cuenta su memoria, su cultura, su historia para dejar un legado que inspire no solo ideas que son relativas, si no la solución a los problemas reales del pueblo, de la sociedad y del mundo. No podemos dejar el destino de la ciudad y del país que queremos en manos de los mismos de siempre. Debemos pensar a quien le delegamos la GESTION DE NUESTROS SUEÑOS, eso es, para mí, la administración de lo público y la gerencia de lo político. No la burocracia instalada a recibir un sueldo y órdenes.
Jóvenes, adultos y profesionales competentes en lo suyo, sentimos apatía por la política, por la manera de cómo son hoy la gran mayoría de los administradores de lo público. Pero están allí, porque nosotros decidimos ponerlos o los dejamos al no participar activamente en la construcción del futuro que queremos luchando desde el presente por aquello que soñamos y sentimos. Votar nulo es una manera de rechazar lo que vivimos, pero lamentablemente a alguien debemos delegar el poder, siempre y cuando sepamos pedirles cuentas, hasta que cambiemos nuestra cultura política y podamos entusiasmar a las mejores mentes y corazones por hacer realidad el sueño de todos: que en nuestro país la gente viva mejor, se respete y se preocupen por su bienestar.
Votar en blanco, es dejar que otro haga lo que quiera con ese voto. ¿Entonces? Estamos condenados a la libertad decía J. P Sartre. Elegir a los mismos de siempre o a los peores es condenar al fracaso nuestros sueños. Elegir al mal menor es una posibilidad temporal de solución. Creer que alguien vale la pena si lo discernimos y pensamos bien es dar una posibilidad a la condición humana y a la construcción del país que queremos.
Preguntarnos si es posible que se viva una amistad social como pueblo y como nación es darnos una oportunidad. Los ojos abiertos, mente crítica y corazones transparentes lo harán posible, para ello hace falta reinventar la política y promover el bien común (Fratelli Tutti 154). El político es el que forja lazos de identidad común, así se construye el pueblo y se forja el futuro desde un proyecto nación (FT 158) Hay cosas que deben ser cambiadas con replanteos de fondos, solo una sana política puede liderarlo, convocando a las más diversas voces y saberes más variados (FT 179).
¿Qué criterios te pueden servir querido joven y lector? Escribo para chicos colegiales y universitarios principalmente, pero pueden servir a otros grupos, y escribo desde mi experiencia cuando me ha tocado elegir un líder para que guie mi grupo religioso, poner un líder para gerenciar un departamento institucional entre otros. Tú haz los tuyos.
CREDIBILIDAD, verificar la historia del candidato, si ha liderado propuestas estudiantiles, comunitarias, sociales con éxito. Es averiguar la vida como testimonio de pensamiento y acción.
DEBATIR las propuestas de sostenibilidad del país. Y esto es lo que no han hecho en los cómodos debates que organizó el CNE los candidatos, salvo alguna rara excepción, como se dio en Portoviejo y Sucre, de lo que yo puedo corroborar, el resto fue show, insulto y demagogia. ¿Cómo hacer esto? Si estás en secundaria o en universidad pedir que se pronuncien y hagan los análisis esos centros educativos, caso contrario demuestran poca seriedad o nula de lo que es la responsabilidad de educar, ejercitarnos en el arte del pensar crítico y creativo.
ORIGINALIDAD, esta es clave, pues aquí se ve la capacidad de superar contrarios de ser innovador y de conectarse con los sueños de la gente. Lo demás es continuidad del status quo, de lo establecido, seguir en la zona de confort, llaman los sicopedagogos y no atreverse a pensar y asumir riesgos.
Este tiempo de elección puede servirnos para distinguir los caminos del bien que nos conducen al futuro, de otros caminos que no nos llevan a ningún lado o nos hacen retroceder. Si tenemos claridad podemos elegir el primero. Una crisis, como la que hoy estamos es casi siempre resultado del olvidar quiénes somos, y el camino para avanzar significa recordar nuestras raíces. Somos una comunidad de diálogo y de solidaridad (zoom logikos kai politikos).
POR:
P. Fabricio Alaña E, SJ
PARA PENSAR:
¿QUÉ SE JUEGA EN LAS PROXIMAS ELECCIONES?
El asumir nuestro futuro.
¿DE QUIÉN DEPENDE EL CAMBIO?
Si PIENSO el voto.
¿QUÉ CRITERIOS ME AYUDAN A ELEGIR BIEN?
Credibilidad de vida, sostenibilidad de la propuesta y originalidad.
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