top of page
Writer's picturefabroparatijoven

VANESA, como mujer... ¿Qué esperas de la sociedad?



El 27 de Julio del presente año se realizó un webinar de ex-alumnos de los seis colegios jesuitas del Ecuador, en honor del mes de san Ignacio y cerca de los 90 años del Cristo Rey de Portoviejo. Una de las ponentes fue Vanesa Rodríguez, promoción 94, Magister en Políticas Públicas. No olvidemos que el Cristo Rey, fue el primer colegio jesuita en abrir sus puertas a las mujeres y comenzar una co-eduación, más que una educación mixta. La intervención de Vanesa fue un aporte al debate aún no concluido: “Mujer ¿Qué esperas de la sociedad?”. Históricamente hemos visto lo que la sociedad patriarcal, machista, industrial y hoy postmoderna espera o decide de los roles de las mujeres.

Ha sido una conquista y muy tardía el acceso de la mujer a la educación, al voto, a la elección popular y a su protagonismo en la sociedad e Iglesia, la ejecutiva del hogar, la responsable de la casa y cuidado de los niños, la ayudante en la recogida de limosna cuando las hay, lecturas o limpieza de la Iglesia hoy da paso a lo que en el evangelio encontramos de la misionera y primera testigo de la resurrección, Magdalena, de las discípulas que se forman a los pies del Señor, de la consejera en los momentos de apuro: no tienen vino, hagan lo que él les dice… Aún no tienen claro sus roles en la sociedad ni en la Iglesia, y por más que sea madre, compañera, creyente, ante todo es mujer y desde su feminidad su visión y perspectiva es diferente y complementaria a la del varón donde el diálogo y la ternura pueden ser característica de sabiduría, guardar las cosas en el corazón, y de lucha, al pie de la cruz. VANESA: ¿QUÉ ES LO QUE MÁS TE IMPACTA DE LA REALIDAD SOCIAL DE LA MUJER HOY? Me impactan muchísimo los problemas estructurales que la pandemia está develando, especialmente la desigualdad entre hombres y mujeres. Quiero hablar específicamente de tres ejemplos: la violencia intrafamiliar, los roles dentro del hogar y el impacto económico.


Primero voy a hablar de la violencia. Este no es un problema nuevo, de hecho, la violencia intrafamiliar está tan normalizada, que prácticamente ya no está en el centro del debate. Sin embargo, la pandemia, especialmente por la medida de quedarse en casa, volvió a poner el foco de atención sobre esta lamentable situación. Para muchas mujeres, estar en casa no significó protección, sino la posibilidad de sufrir maltrato, con el agravante de no poder denunciar, ni esperar sanciones para su agresor.

Segundo, voy a hablar de los roles dentro del hombre y la mujer dentro del hogar. Obviamente los roles deben ser distintos porque hombres y mujeres somos diferentes y complementarios. Sin embargo, lo importante es que la distribución de las tareas del hogar puedan ser equilibradas. Los estudios dicen que, durante las jornadas de teletrabajo y teleducación, las mujeres tienen triple carga porque deben cumplir con sus propias responsabilidades laborales, dar seguimiento a la educación de sus hijos y mantener la casa en orden. Esta nueva normalidad está evidenciando la desigualdad en cuanto a las responsabilidades domésticas entre hombres y mujeres.


Finalmente, quiero referirme al impacto económico. Aún no está claro en qué medida la crisis económica nos golpeará a todos, sin embargo, organizaciones como la OIT ha anunciado que las jóvenes mujeres, especialmente las madres, probablemente serán las más afectadas por pérdidas de empleo en el escenario post-crisis. La corrupción se eliminará cuando todos dejemos de ser tolerantes con las pequeñas trampas cotidianas y cuando dejemos de tolerar la corrupción pública y privada. No podremos construir nuestros sueños en un ambiente machista, violento o represor. Los gobiernos deben construir políticas públicas de protección social para los más pobres, los que no tienen acceso a salud, alimentación, y también tienen que promover el empleo y la recuperación de medios de vida. La nueva normalidad que estamos viviendo y la crisis social y económica resultante, sólo podrán ser sobrellevados con base en una visión más colaborativa, más horizontal, más igual e inclusiva, basada en la solidaridad, la confianza y en el respeto a la dignidad de todos.

VANESA: ¿Cómo te preparó el colegio para enfrentar la sociedad? Permitiéndonos hacer pequeños cambios en el colegio que después fueron grandes cambios en mi vida. ¿Por qué las mujeres en el colegio teníamos que usar lazo y los hombres corbata? ¿Por qué no usar todos corbatas? Para el segundo año, y hasta ahora, las mujeres del Cristo Rey usan corbata, al igual que los hombres. Cuento esta anécdota porque ella me marcó. Sin el apoyo y la guía de los profesores de esa época, que confiaron en mí, probablemente yo hoy no haría lo que hago, que son políticas públicas. Y probablemente si el colegio no hubiera implementado el cambio del lacito a la corbata, quién sabe si hoy yo podría pensar que los cambios sociales sí son posibles. Así que, ese virus ignaciano me impulsó y me sigue impulsado a soñar cada día; a confiar en mis ideas; a organizarme para proponer soluciones consensuadas y sin violencia; y a confiar en que sí es posible que los cambios ocurran. Yo creo en un Ecuador más justo, con igualdad de oportunidades para todos. Para ello, yo creo que el servicio público es fundamental. Yo actualmente trabajo en un gobierno local y también en un proyecto académico para construir herramientas que permitan mejorar la eficiencia de los gobiernos subnacionales. Yo creo que el país necesita un servicio público eficiente, inteligente y solidario. Resumido Por: P. Fabricio Alaña.E.  SJ, Mg.

PARA SEGUIR PENSANDO JOVEN: ¿QUÉ TE IMPACTA DE LA REALIDAD HOY? Unos dirán el encierro o privaciones, otros la falta de oportunidades.

TUS ESTUDIOS, TU COLEGIO: ¿CREES QUE LA TELEDUACION TE FORMA? No es lo mismo, ahora más depende de mí.

¿QUÉ HACER PARA SALIR DE LAS CRISIS? Estudiar y ser más justos, respetuosos y equitativos.

0 views0 comments

Recent Posts

See All

Comments


bottom of page