¿Qué es lo que no aguantamos más? Y ¿quiénes? Con esta expresión en estos tiempos de pandemias debemos tener cuidado, pues más que revelar inconformidades, revela profundos fracasos, miopías o cerrazón a salir de esta crisis de humanidad que hoy vivimos, no solo biológica, económica o social. Es la expresión de un profesor mal pagado y encima sin todos los recursos tecnológicos y pedagógicos para hacer una reunión de aprendizaje significativo que sirva para la vida. Lo primero ahora es calmar las emociones y consolar sufrimientos e inquietudes.
¡Ya no aguanto! Es hoy la expresión del ciudadano de a pie que mira con indignación la corrupción pública, la mediocridad política, el endeudamiento del país para calmar una crisis que no provoca inversiones peor innovaciones. Hoy me quiero focalizar en el joven que lleno de fuerza y potencialidades no sabe cómo canalizar sus energías y temo que cuando se levante las grandes prohibiciones no sabrá como cuidarse pues, este virus y su mal manejo sanitario seguirá un tiempo más. Más aún cuando las grandes potencias y grandes trasnacionales farmacéuticas no miran el bien de las personas sino de sus finanzas y se revela la horrible brecha que hay entre capital financiero y capital humano que no soluciona los males de la humanidad.
Una mamá le pregunta a su hijo: de 15 años cómo se sentía con las clases virtuales. Me respondió: “mamá, haz de cuenta que cuando estamos en clases presenciales, aprender es como ir a un lugar exacto con chofer... el profesor hace todo el trabajo y nosotros le vamos siguiendo, pero es él quien nos lleva. Ahora, en estos meses, aprender ha sido como estar buscando una dirección a pie y en mal clima”. Su metáfora me ha resonado todos los días durante meses. Otra mamá, en cambio me contaba: padre ya no aguanto, no tengo paciencia con mi hijo, y por qué, le pregunto, pues no se queda quieto en la clase virtual cuando le dictan, y cuantos años tiene, seis años, me dijo. El problema no es el niño sino el método. La maestra ha trasladado la clase presencial a la clase virtual y no la ha transformado y ni si quiera conoce cómo aprende un niño de seis años, pues no resiste más de veinte minutos y no cae en la cuenta del tipo de inteligencia que tiene el niño, es kinestésico. Me apena más el adolescente de quince años que se siente perdido en la modalidad virtual, no le ayudaron sus años anteriores al aprendizaje significativo y a ser más autónomo.
¿Qué mismo es lo que no aguantamos en este momento? La respuesta filosófica es el peso de lo real. Y ¿qué es lo real? Si no lo profundizo, valoro o transformo. La respuesta metafórica es que no aguantamos ya la “levedad del ser”. Esa vida superficial y sin principios que la sociedad de consumo y el hombre depredador ha creado y hoy nos ha traído esta pandemia que nos asusta y paraliza en mucho. Pero que también puede ser una oportunidad para reconectarnos con la fuentes de la vida y reinventarnos a nosotros mismo como sociedad y personas.
Ustedes jóvenes están a tiempo. Tienen una mirada diferente, tienen cualidades aún no explotadas y tienen una facilidad para la conexión con lo nuevo, lo diferente y con otros jóvenes que anhelan la vida. Es verdad que el joven que vive en un mundo superficial le será difícil vivir con raíces profundas de los valores humanos, pero tendrá la fuerza para buscarlas con las alas de sus sueños y energías de vida.
¿No sabes qué hacer o no te atreves a hacerlo? Ese es el dilema. Hoy más que nunca, para los chicos lo que no está en los libros lo tiene el ciberespacio: pregúntale a google es una de las frases de muchos chicos cuando no saben algo. Si no has recibido la metodología interactiva basada en proyectos, los ABP, lo puedes buscar en google y aprender. Si tu maestra o maestro no usa las plataformas interactivas que en vez de dictar frases que planteas retos y conexiones las puedes encontrar en el ciberespacio. Hoy aprender es más divertido que nunca, pero los adultos lo hacemos aburrido. No joven, no pierdas lo mejor de ti: tu ilusión de ser diferente. Mira tu alrededor, cuestiona tus aburrimientos y ponte a hacer proyectos para mejorar la vida de tu familia, barrio o de quien sufre y preséntalo en tu colegio, al alcalde, ponlo en redes sociales y verás que puedes encontrar una comunidad de jóvenes que desean ser diferentes y presentan soluciones de un nuevo país. Anímate.
Por
Fabricio Alaña E.
ACTIVIDADES
HAZ UNA LISTA DE TRES COSAS QUE NO AGUANTAS Y PREGÚNTATE ¿POR QUÉ?: Aburrimiento, encierro, quietud…
Anímate a preguntarle a tus padres ¿Por qué no suelen aguantar tus mal genios? Tu poca paciencia contigo mismo, poca creatividad…
¿Qué puedes hacer para un aprendizaje significativo y solucionar males de tu familia, ciudad, etc? Dominar los Aprendizajes Basados en Proyectos.
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