Estudiar es una aventura. La aventura de encontrar “algo” que me ayuda a crecer, que me ayude a encontrar mi lugar en el mundo, mi sitio en la sociedad, y para quien no se conforma con poco, que me ayude a dejar este mundo un poco mejor de lo que lo encontré.
Si bien hay cosas maravillosas en este mundo, cada vez espanta cómo lo vamos destruyendo y cómo las personas no son felices. Vemos que aún existen personas que no tienen lo mínimo para vivir con dignidad. Por eso el estudio me invita a conocer y a comprender el mundo para con mis habilidades y talentos cuidarlo, cultivarlo, mejorarlo. Esto lo conseguiré si tengo claro lo que busco y aprovecho las oportunidades de formación que me dan mis padres, y que me brindaron en la institución donde he pasado algunos años.
Felicitaciones a los buscadores de la verdad de su vida, de la bondad, de la creación y de la belleza de las relaciones que nos dan las condiciones para ser personas en plenitud. Hoy al despedir a los nuevos bachilleres de la República del Ecuador, sección costa, solo tengo dos sentimientos y un gran deseo.
- Siento que no hemos dado todo lo que tú te mereces, pero ten la convicción de que lo hemos intentado. Por ello, el agradecimiento es la clave del festejo del día de hoy.
- Siento que no hemos dejado la huella del absoluto en tu vida, manifestada en la historia concreta de Jesús de Nazaret, nos hemos perdido muchas veces en disquisiciones y otras en ilusiones, que banalizaron el encuentro pero que no borrarán la marca de la inquietud en tu vida, que Jesús es paradigma absoluto de humanidad, cuyo misterio no es ilusión sino pasión por la verdad, bondad y belleza de la vida, de tu vida. Te motivo a que no dejes de seguir buscando.
- Y mi gran deseo es que encuentres lo que buscas, para esto servirán los principios que hemos tratado de vivir y de contagiarte en tu pasó por nuestro centro educativo de marca católica y jesuita.
Sé tú mismo: la verdadera educación es facilitar que sepas quién eres y qué quieres. No eres copia de nadie, tienes que unir, pensar, sentir y actuar para ser coherente contigo y con los demás. Esto requiere mucho coraje y decisión. Decide crecer siempre.
Encuentra tu pasión: aquello de lo que te enamoras, que no es ilusión ni engaño, si no razón para levantarse, seguir estudiando, encontrando un por qué y para qué vivir. Es la combinación perfecta de tus habilidades, oportunidades y razones profundas para seguir creciendo.
Disueña tu futuro: los sueños, sueños son, decía el poeta. Pueden ser falsa ilusión, como también la visión de un gran proyecto, de un mejor porvenir, pero no vendrá por azar ni necesidad, sino por estudio, planificación y perseverancia, por eso seguirán estudiando sistemática y críticamente para hacer de tus sueños una realidad y de tu vida un regalo para los demás.
Vuela alto y llegarás muy lejos: esto solo lo harás si valoras y sabes ser libre. Es una conquista, no le tengas miedo a los fracasos o a las dificultades, ninguna persona exitosa lo ha tenido, ese es el valor de la libertad, aprender a dar el primer paso, a ser creativo, no ser del montón ni repetir esquemas caducos y respuestas antiguas. Innova, muestra tu capacidad de volar y llegar muy lejos.
Ante todo se feliz: si tienes claro que la educación es la base del desarrollo. Este desarrollo es social, ecológico, humano, ético y no solo económico, entonces comprenderás que se estudia para transformar el mundo y que la felicidad solo se la encuentra en el servicio a los otros, en especial a los más necesitados, al estilo de Jesús de Nazaret.
Felicidades muchachos y muchas bendiciones en su aventura de ser y de vivir.
Por:
Fabricio Alaña SJ
Reflexionemos:
¿Qué sentimientos trae terminar una etapa de estudio?
Gratitud y la Necesidad que nos falta algo más, por eso es necesario seguir.
¿Qué es eduacar-se?
Adentrarse en la aventura de ser persona, crecer, encontrar lo que buscas.
¿Qué principios ayudan para formar-se?
Encontrar tu pasión, para qué vivir y ser feliz sirviendo.