Si hacemos una encuesta a los padres de familia y a sus hijos, preguntándoles qué necesitan para educarse bien, muchos dirían:
Excelentes maestros
Buenas escuelas
Tecnología
Clases de religión (Que hagan los sacramentos en un solo sitio y sin costos adicionales para no ir a otra parroquia, entre otras cosas)
¿Quién osaría en afirmar que lo que necesitan nuestros chicos es aprender a mirar?
En un viaje de intercambio que hice hace algunos años a Estados Unidos, a una universidad jesuita con mis chicos para que mejoren su inglés nos detuvimos en Washington por dos días. Yo feliz, por el descanso y por la posibilidad de conocer los museos en especial el de ciencias que dicen que es uno de los mejores del mundo. Después del desayuno mis chicos me hicieron huelga, no querían ir e interpelaron confíe en nosotros no nos perderemos y llegaremos puntual para la cena, déjenos hacer hoy nuestro día, solo por hoy denos libertad.
Libertad y confianza dos atributos de una persona bien formada. Estoy con Adolescentes, no están bien formados, dudo que muchos adultos sean libres y sepan confiar en otros, en nuestra sociedad de rejas, cámaras de seguridad y guardias. Pero si no comienzo algún día cuándo lo haré. Acepté el reto, aunque me sentí defraudado, pues seguro no querrán lo que yo quiero ver.
Así fue, decidieron ir al shopping, vitriniar y algunos a comprar con la tarjeta de crédito de papi. Yo quería que vieran el museo. ¿Por qué condenarlos si no fueron educados para aprender a mirar profundamente o asombrarse ante los detalles de la vida? La sociedad que vivimos nos ata la mirada a un Smartphone o a una pantalla 3d, Led, etc. Está bien vayan. Fueron responsables, regresaron a la hora que dijeron. Pero fueron hijos de su época, de sus padres y de la falta de buenos educadores, gastaron lo que pudieron en chatarra, en nuevas tecnologías, zapatos de marca.
¿Cómo educar hoy a un joven sin la colaboración de los padres y de la sociedad? Imposible. Un colegio hace lo que puede, no milagros.
El mismo Jesús de Nazaret vio con amor y desafío al joven bueno que estaba angustiado por la felicidad verdadera, que anhelaba cómo conseguir la vida eterna ¿qué debo hacer? Jesús ve en él a un gran líder, a un gran hombre, el joven se conformaba con cumplir y mentir. Con un hacer que no desarrollaba todo su ser. Jesús veía la esencia de su ser, este es para más, el joven se quedaba en la apariencia de su hacer… “todo eso lo he cumplido desde niño” – Por eso Jesús lo retaba a algo mayor, ver en el pobre a un hermano y darlo todo por amor. “solo una cosa te falta anda, vende todo lo que tiene y dáselo a los pobres, luego ven y sígueme… (Mc. 10: 17-30).
¿Se habrá decepcionado Jesús de los jóvenes? Jamás. La verdadera alabanza a Dios es en libertad y verdad. No somos marionetas del destino ni de señores feudales terrenales o divinos, somos hijos en el Hijo y eso solo se vive en libertad y pasión por ser mejor, diferente. Jesús siguió predicando y formando a su comunidad y buscando otros jóvenes como Juan, María Magdalena, entre otros.
Por ello, la mejor tarea que podemos hacer los educadores, los sacerdotes, los padres de familias los adultos responsables de la inversión educativa y social es enseñar a Mirar. Cuando un joven te dice “ayúdame a mirar” te has encontrado con tu capacidad de asombrarse por la vida contagiando a otros y de entender en parte este misterio humano y divino que es el de ser mejor y feliz.
“Diego no conocía el mar. El padre Santiago, lo llevó a descubrirlo, viajaron al sur. El mar, estaba más allá de los altos médanos esperando. Cuando el niño y su padre alcanzaron por fin aquellas cumbres de arena, después de mucho caminar, el mar estalló ante sus ojos. Fue tanta la inmensidad del mar, y tanto su fulgor, que el niño quedó mudo de hermosura. Cuando por fin consiguió hablar, temblando, tartamudeando, pidió a su Padre: ¡AYÚDAME A MIRAR!”.
Por:
Fabricio Alaña SJ
PARA PENSAR
¿Qué es lo que más necesita un joven para su vida y crecimiento?
Aprender a mirar y valorar el milagro de la vida
¿CÓMO ENSEÑAR A MIRAR?
Desarrollando la capacidad de asombro ante la naturaleza, una buena obra de arte…
¿Quiénes SON LOS QUE DEBEN ENSEÑAR A MIRAR LA VIDA?
TODOS, sociedad, padres y educadores, si no lo hacemos seguiremos miopes o ciegos.