Estamos celebrando la fiesta de Corpus Christi, toda una solemnidad litúrgica dentro de la institución eclesiástica y toda una variedad de floklore y cultura en nuestros pueblos, en especial los andinos, en donde la tradición indígena la asumió desde su cosmovisión identificando al Corpus de la Hostia Sagrada que los obispos presidían en las procesiones con el dios-sol.
Cada domingo celebro la misa de niños donde ellos se reúnen en torno al altar para predicarles el evangelio y así tratar de llegar a sus padres. Toda mi teología sonaba abstracta, descontextualizada, hablar de la transustanciación, de la presencia real de Cristo en la hostia sagrada, de la sublime y mística presencia del Señor, el infinito en la parte diminuta de una hostia me llenaba de temor y temblor eran niños de 7 a 12 años ni a sus papás me parecía que se los podía explicar bien, ya que los misterios de fe nos han enseñado que son misterios, se creen o no, la razón llega hasta un umbral, luego es fe.
La eucaristía es ante todo sacramento, signo, por lo tanto, la realidad simbolizada nos remite a otra realidad significada, pero lo interesante, como en toda eucaristía es que yo debo descubrir las señales de ese amor que se comunica.
El evangelio de ese día me dio muchas pautas. Pero, la primera pauta me la dio la camiseta de uno de mis pequeños asistentes a misa. José Nicolás, toda amarilla con el símbolo de superman pero con las letras en rojo de SUPER HIJO. Le pregunté: tu papí y tu mamí qué camiseta tienen? la de súper papá y súper mamá. Pues, es cierto qué mejor metáfora que la de usar la de super hermano para explicar las señales de amor que hizo, hace y haría nuestro HERMANO MAYOR JESÚS por sus hermanos los hombres, ya que en él, somos hijos en el Hijo de Dios.
Eso fue lo que hizo Jesús, preocuparse por los que sufren, por los que no tienen qué comer. Cuando el evangelio de Lucas, que usa la iglesia para celebrar el Corpus, nos dice que mucha gente que escuchaba a Jesús no tenían qué comer, Jesús fue tajante la solución está en nosotros no en los otros: DENLES USTEDES QUE COMER, no dice arrodíllense ante un altar, sino busquen soluciones.
Luego los discípulos con crudo realismo le dicen “no tenemos más que cinco panes y dos pescados”, Jesús responde, como hoy en día se diría con un ABP, (aprendizaje basado en proyecto), busquen ustedes la solución, piensen, sean creativos y con fe y coraje se puede transformar la realidad, “hagan que se sienten en grupos de cincuenta”, se supone sobre la grama de un césped recordando la creación, la auténtica eucaristía nos hace hombres y mujeres nuevos.
Continúa sigan las matemáticas del pueblo, (no las de las grandes universidades que forjan los economistas que han llevado al capitalismo salvaje que hoy vivimos, basado en la mera especulación financiera). Las multiplicaciones y divisiones del grupo de Jesús dio como resultado que comieron cinco mil personas y sobraron doce canastas. (Lucas 9: 11-17).
Entonces ¿qué es el Corpus Christi? Es la fiesta del SUPER HERMANO MAYOR que me recuerda que su amor por los hombres y mujeres es bien concreto. Amar es COMPARTIR y ningún ser humano debe quedar excluido de nuestra preocupación humana no solo social. La mejor manera de celebrar Corpus Christi no es arrodillándome, sino levantándome y escuchando el llamado del Señor para alabarlo y servirlo: DENLES USTEDES DE COMER. “Señor, que no sea sordo a tu llamado, mas presto y diligente a cumplir tu voluntad”, (Ignacio de Loyola).
Por
Fabricio Alaña E.
Reflexionemos:
¿Qué es el Corpus Christi?
La fiesta del SUPER HERMANO mayor, que se preocupa por los que sufren.
¿Cómo celebrar el Corpus Christi?
Haciendo lo que hacía Jesús, dando de comer con creatividad y confianza.
¿Cómo rezar el Corpus Christi?
Señor, que no sea sordo a tu llamamiento, más presto y diligente a cumplir tu voluntad.