Las presentes reflexiones pertenecen al Papa Francisco que en una audiencia pública con un grupo de cristianos de un movimiento mundial le preguntaron:
“Papa, dinos por favor, cómo das tanta esperanza en momentos duros como los de hoy, con tantas críticas que tú tienes? El papa de forma espontánea pero profunda respondió primero: “NO tengo la más pálida idea”. Sin embargo, su boca comenzó a emitir los latidos del corazón y las claves de lo que ha sido los últimos años de su vida.
Para nosotros ecuatorianos y cristianos que vivimos en este país tenemos en esas claves de Francisco un proyecto más que un ejemplo, ojalá nos la apropiemos desde la creatividad de nuestras vidas que debe tomar las riendas de esta historia que dependerá de nosotros el saber construir un proyecto país, cuidar la casa común de todos los ecuatorianos y dejar en la juventud un ejemplo vivo de lo que es la fe, la esperanza y el amor que nos permite luchar sin violencia y en perseverancia. (Fabro sj).
“¿Cómo mantener la esperanza y la alegría en este tiempo?: ¿Puede compartir su secreto, a pesar de las dificultades y las guerras de nuestro tiempo? ¿Cómo perseverar en el servicio al pobre, al enfermo y al desamparado? Le preguntan al Papa.
El Papa responde, después de una pausa y profundo silencio: REZO y me abandono, pero me cuesta a hacer planes. El Señor me dio la gracia de tener una gran confianza, de saber abandonarme a él, a su bondad, incluso en los momentos de mucho pecado. Y como él no me abandona, eso me hace más confianzudo. Sé que no me abandona. Rezo, pido mucho, soy consciente de tantas cosas malas que hice cuando no me abandoné al Señor, quise yo controlar el timón, quise entrar en ese camino tan embromado que es el autosalvarse, yo me salvo con el CUMPLIMIENTO, que es CUMPLIR-LUEGO MENTIR, que era la salvación de los doctores de la ley, de esa gente que le hacían la vida imposible a Jesús. Realmente, el Señor no falla. Y he visto que él es capaz, a través de la gente de hacer milagros que va por el camino de abandonarse en sus manos.
Otra cosa que me ha ayudado es la AUDACIA. San Pablo nos dice que el Cristiano debe tener dos cualidades para predicar a Jesucristo: EL CORAJE Y EL AGUANTE. Coraje de ir adelante y el aguante de soportar el peso del trabajo. Es curioso esto que se da en la vida apostólica, debe darse en la oración también. Una oración sin coraje es una oración que no sirve. Acordémonos de Abraham, le regatea a Dios que si son cuarenta y cinco o menos que no destruya la ciudad, o sea, es cara dura. El tiene coraje en la oración. Acordémonos de Moisés, cuando Dios le dice, mira a este pueblo ya no lo aguanto más, pero a ti te voy a hacer líder de otro pueblo mayor, quédate tranquilo. Moisés le contesta, no no, si borras a este pueblo me borras a mí también. Esto es lo que se necesita, rezar con coraje. Recuerden las palabras de Jesús: “todo lo que pidan en mi nombre, si lo piden con fe, ya lo tienen”. ¿Quién reza así, somos flojos?. Esto es la necesidad del coraje.
Y después EL AGUANTE, aguantar las contradicciones, los fracasos en la vida, los dolores, las enfermedades. Cuando te rechazan y sabes aguantar ese es el signo de que vas adelante, es el signo de los profetas, los falsos profetas nunca fueron rechazados. Eso es el aguante. Aguantar sin vengarse con la lengua, la calumnia, la difamación.
Una de las cosas que a mí más me ayuda es no mirar las cosas desde el centro, pues hay un solo centro Jesucristo. Aprender a mirar las cosas desde la periferia. Cuando uno se va encerrando en el pequeño mundito, no se capta la verdad. A lo mejor se capta la teoría, pero no se capta la realidad de la verdad en Jesús. La verdad se capta mejor desde la periferia que desde el centro. Eso a mí me ayuda. El otro día un gran abogado me decía, a veces me sucede que cuando voy a visitar a un preso a mi me toca llorar con un preso, eso me ayuda a entender la verdad desde el otro lado no solo desde mi técnica o ciencia jurídica.
Rezar, coraje y aguante y salir a la periferia… No sé si ese es mi secreto, pero es lo que a mí me pasa”
Papa Francisco
Reflexionemos:
¿Por qué reflexionar sobre la esperanza?
Para no perder la alegría de la vida.
¿Cuál es el secreto del Papa Francisco para no perder esperanza?
Rezar, coraje y aguante y ponerse en la periferia
¿Cómo contagiar esto a los jóvenes?
Sabiendo estar a su lado con nuestro aguante y cariño